Porque Aniston, la llamada "novia de América", que saltó a la fama con su papel de Rachel en la serie "Friends", se muere de ganas de hablar de sus dos nuevas películas que se estrenan el viernes: el filme de suspense "Derailed" y la comedia "Rumor Has It".
Pero su aún más popular divorcio de Brad Pitt, seguido paso a paso durante todo el año en la prensa del corazón, le hace guardar silencio y echar el freno a una personalidad de por si parlanchina.
Tampoco ayuda el hecho de que sus dos estrenos tocan, aunque sea de pasada, su situación personal.
"Hay mucha gente a la que le gustan los matrimonios abiertos y me parece muy bien pero a mí no me interesa", afirma esta defensora de "la verdad, la honestidad y la amistad" en sus relaciones de pareja."Lo obvio", agrega como quitándole importancia.
Durante más de cuatro años, esta descripción resumió su matrimonio de cuento de hadas en Hollywood con Pitt.
Su juventud, su belleza y su fama, él en cine y ella en televisión, vino acompañada de una gran honestidad al hablar de sus deseos de tener familia o de sus discusiones sobre la reforma de su casa, casi como cualquier otra pareja normal.
Aniston no quiere hablar del tema y las advertencias de los organizadores de la entrevista de que la actriz se marchará de la sala si se menciona algo similar deja claro que no es un juego.
También conoció así a Vince Vaughn cuando éste trabajó con Pitt y Jolie en "Mr & Mrs Smith" y con el que luego compartió el reparto de "The Break-Up".
(EFE)