"50 primeras citas" es el octavo trabajo que emprende Barrymore como productora. Una película que la propia actriz califica como "un poco tonta", pero que contiene dos elementos universales y, para ella, esenciales: "la risa y el amor".
Desde "El chico ideal", Barrymore y Sandler querían volver a trabajar juntos: por eso, con la ayuda de sus respectivas productoras, unieron sus fuerzas para "50 primeras citas", donde la química entre ambos surgió -dice ella- "de forma natural", fruto de la admiración de la actriz por un actor "cuyo aspecto desenfadado esconde a un hombre muy inteligente, de buen corazón, meticuloso y preocupado por todos los aspectos de la película".
Pero la actriz no es de las que se queda con los brazos cruzados esperando a que la llamen, sino todo lo contrario. "Yo lucho por trabajar con ellos. Les llamo, les hablo de mi interés y si veo que tengo cabida en su proyecto me ofrezco a participar", comenta Drew Barrymore. En los últimos tiempos la actriz se prodiga en filmes de pura evasión, como "Duplex" o las dos entregas de Los ángeles de Charlie, dejando de lado un cine más comprometido.
Drew Barrymore también se refirió a la importancia que da a los personajes femeninos y masculinos. "Me encantan los personajes femeninos porque soy mujer, aunque llevo dentro a un chico de trece años, por eso me gustan las películas de acción de mujeres. Pero lo que no me gusta -dice- es darle a los hombres papeles negativos porque también busco su reconocimiento en lo que hago".
(EFE)
