La técnica de la
animación -tanto en
cine como en televisión- siempre ha sido asociada a historias, personajes y contenidos infantiles. La culpa de esto la tienen los grandes estudios de Hollywood como
Disney o DreamWorks que han montado imperios en base a animaciones para niños.
Lo cierto es que la animación es una categoría que puede ser utilizada para narrar historias tan crudas y realistas, como las que pueden hacerse con actores y técnicas más tradicionales. No depende del método, sino de quién lo ejecute a favor de una historia.
La prueba de esto está en el nuevo corto de animación Borrowed time, dirigido por Lou Hamou-Lhadj y Andrew Coats, dos realizadores que trabajan en el departamento de animación y efectos especial de Pixar, la compañía cofundada por Steve Jobs en febrero de 1986. Ambos han participado en producciones de películas muy exitosas, como Wall-E e Intensamente.
Borrowed time fue subido a Vimeo hace una semana y desde entonces no ha parado de sembrar buenas críticas y comentarios de sorpresa en internet. Con casi ocho millones de reproducciones únicamente en su canal oficial, el corto ha despertado nuevamente la discusión sobre el impacto de la animación en la calidad de una historia.
La esencia del alboroto radica en la historia que se cuenta en el video: un sheriff del lejano oeste que se enfrenta cara a cara con el suicidio al reconocer que nunca podrá dejar atrás la sombra un hecho traumático en su infancia. En apenas seis minutos, Hamou-Lhadj y Coats logran generar de todo en el espectador: miedo, suspenso, desesperación, pena y una tristeza profunda.
Es cierto que no son los primeros directores en animarse a contar historias intensas y no aptas para niños con dibujos animados, pero el uso de una estética de animación tan similar a la que se utiliza en las películas de Disney y Pixar es lo que ayuda a generar el vínculo especial y un impacto distinto.
"Queríamos trabajar en algo más adulto, pero nos costó encontrar aquello con lo que nos sintiéramos cómodos. Finalmente, encontramos interesante tratar el tema del perdón, de afrontar y encarar errores del pasado", explicó Hamou-Lhadj.
Además de criticar con mucho positivismo la calidad del corto, varios internautas sugirieron a los directores la posibilidad de encaminar el proyecto en un largometraje. Sin embargo, Hamou-Lhadj explicó en una entrevista que no está dentro de los planes seguir desarrollando la historia del sheriff. "Hacer cortometrajes permite correr riesgos, experimentar y probar diferentes cosas. Pensamos que era el momento perfecto para intentar algo diferente", dijo.