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El Crilu recibe premio a nivel internacional
Producción de lanas ultrafinas sigue cosechando éxitos
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28 de agosto de 2015 a las 05:00
El Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas del Uruguay (Crilu) recibirá el martes próximo en la ciudad de Santiago de Chile, el Premio Innovagro 2015 como ganador en la categoría Innovación institucional.
Se trata de una distinción internacional a la innovación de organizaciones que se ponen de acuerdo para desarrollar un objetivo común, explicó el director nacional del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Fabio Montossi, durante la conferencia de prensa realizada el miércoles pasado en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
La propuesta ganó entre 20 presentadas, en una competencia con más de 70 organizaciones de más de 10 países en América latina, luego de haber ganado a nivel nacional en 2012 el premio de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Es la continuación de un trabajo iniciado en el proyecto de Merino Fino.
El Crilu está integrado por representantes de la Sociedad de Criadores de Merino Australiano del Uruguay, el INIA, la industria textil lanera y empresarios del sector privado. Apunta a coordinar y complementar capacidades entre productores, industriales y y organizaciones científico-tecnológicas.
Montossi afirmó que aún en los períodos de crisis de los mercados, la lana que se obtiene a partir de los animales que se producen en el Crilu logra siempre están al frente de los precios del mercado.
El proyecto tampoco deja de lado las condiciones carniceras de la raza, lo que permite ampliar y diversificar las opciones productivas y económicas de la tecnología.
La postulación del Crilu al premio fue presentada por el investigador del Programa Nacional de Carne y Lana de INIA, Ignacio de Barbieri, quien resaltó que básicamente esta producción de lanas está concentrada en el norte del país, donde las posibilidades de diversificación y de incrementar la base forrajera son una limitante. Por lo tanto, el Crilu, trabajando con los mismos recursos del norte del país, puede permitir un incremento en la rentabilidad de los sistemas de producción.
El presidente del Crilu, Francisco Donagaray, resaltó que el Crilu es una herramienta que refleja el compromiso de los productores con la investigación y la tecnología. Además se encaran otros proyectos, por ejemplo uno con el LATU para trabajar en la resistencia a la tracción, un factor que determina 35% del precio, porque ese tipo de lanas facilita el proceso industrial.
Se trata de una distinción internacional a la innovación de organizaciones que se ponen de acuerdo para desarrollar un objetivo común, explicó el director nacional del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Fabio Montossi, durante la conferencia de prensa realizada el miércoles pasado en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
La propuesta ganó entre 20 presentadas, en una competencia con más de 70 organizaciones de más de 10 países en América latina, luego de haber ganado a nivel nacional en 2012 el premio de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Es la continuación de un trabajo iniciado en el proyecto de Merino Fino.
El Crilu está integrado por representantes de la Sociedad de Criadores de Merino Australiano del Uruguay, el INIA, la industria textil lanera y empresarios del sector privado. Apunta a coordinar y complementar capacidades entre productores, industriales y y organizaciones científico-tecnológicas.
Montossi afirmó que aún en los períodos de crisis de los mercados, la lana que se obtiene a partir de los animales que se producen en el Crilu logra siempre están al frente de los precios del mercado.
El proyecto tampoco deja de lado las condiciones carniceras de la raza, lo que permite ampliar y diversificar las opciones productivas y económicas de la tecnología.
La postulación del Crilu al premio fue presentada por el investigador del Programa Nacional de Carne y Lana de INIA, Ignacio de Barbieri, quien resaltó que básicamente esta producción de lanas está concentrada en el norte del país, donde las posibilidades de diversificación y de incrementar la base forrajera son una limitante. Por lo tanto, el Crilu, trabajando con los mismos recursos del norte del país, puede permitir un incremento en la rentabilidad de los sistemas de producción.
El presidente del Crilu, Francisco Donagaray, resaltó que el Crilu es una herramienta que refleja el compromiso de los productores con la investigación y la tecnología. Además se encaran otros proyectos, por ejemplo uno con el LATU para trabajar en la resistencia a la tracción, un factor que determina 35% del precio, porque ese tipo de lanas facilita el proceso industrial.
