"(El del interior) parece otro mundo empresarial"

Aunque soñaba con ser maestra, finalmente se decidió por estudiar Administración de Empresas y terminó cofundando la empresa Kables Montreal, fabricante de cables para la industria automotriz, náutica, agrícola y de la construcción, con presencia en Uruguay y Brasil. En 2016, asuntos personales la llevaron a vender la mitad del paquete accionario del que era propietaria. Estando al frente de la empresa fue elegida emprendedora Endeavor, lo que podría decirse que le permitió dar vida a su vocación de maestra desde el lugar de mentora para pymes. Además, estuvo vinculada 16 años a la Cámara de Autopartes y fue la primera mujer en ejercer su presidencia, que entregó al desvincularse de Kables Montreal.

Luego de 22 "dinámicos" años, Casulo estaba decidida a tomarse un año sabático. Sin embargo, ese año terminó siendo solo un mes. Una empresa estadounidense tocó su puerta solicitando que realizara un estudio de mercado. Lo meditó largamente y aceptó. Casi sin darse cuenta, a las pocas semanas se encontraba ayudando a cinco pymes de distintos rubros en la mejora de sus procesos productivos. Eso la condujo a crear la firma Mejora de Gestión Empresarial (MEG). Paralelamente, los fabricantes de maquinaria agrícola se estaban desvinculando de la Cámara de Autopartes que antes los nucleaba para formar una cámara propia, y llamaron a Casulo para ocupar la presidencia. Al principio se negó, pero tras varias conversaciones asumió como directora ejecutiva de la novel Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cufma), con 20 pymes socias de todo Uruguay.

Si queremos tener cargos políticos en instituciones donde defendemos los intereses de todos, tenemos que estar involucrados. Es decir, tenemos que fabricar un producto. No comparto que asesores no vinculados, no dueños o directores de compañías estén en las cabezas de las cámaras empresariales o industriales, porque los intereses son diferentes. Por eso dije que no.

Ahora estoy en un puesto político dentro de la cámara pero más vinculado a lo ejecutivo.

Comodísima. Nunca tuve una traba por parte de los colegas, ni me sentí en un lugar diferente ocupando esos cargos. Fui la primera presidenta de la Cámara de Autopartes luego de 30 años y la segunda mujer a nivel de consejo directivo de la Cámara de Industrias en 60 años.

Creo que somos complementarios y juntos hacemos cosas en común por el bien de la sociedad. El diferencial que tiene la Cámara Agrícola es que las empresas están en el interior del país y es totalmente diferente trabajar con un empresario de una gremial en Montevideo que con empresarios del interior.

Parece otro mundo empresarial. Son muy solidarios entre ellos. Se pueden asociar las empresas para hacer compras en común de cualquier artículo, fabrican productos en conjunto. El empresario montevideano forma parte de otra estructura. Tenemos reuniones con agrícolas con mate, termo y lenguaje sencillo. Sin la corbata y el acartonado con el que muchas veces no podés llegar al ser humano que hay atrás. Me encuentro maravillada con el mundo del campo.

En dos patas: política y comercial. Este es un sector bastante comprometido con la producción nacional y bastante castigado por la legislación uruguaya. El producto importado ingresa libre de toda carga impositiva y el fabricante nacional de maquinaria que quiere importar partes para fabricar tiene que pagar todos los impuestos. Estamos en desigualdad de condiciones frente a lo que es el producto importado y es bastante grave. Hay desconocimiento de parte del gobierno de que existen fabricantes nacionales, por eso la mayoría de los decretos fueron dirigidos a quienes importaban maquinaria. Confío en el Uruguay productivo y estamos trabajando en ello con el Ministerio de Industria.

Respecto a la comercial, tenemos que lograr consolidar las empresas y ser el nexo de interacción con los diferentes actores. Los fabricantes nacionales están dispersos y solos. Acá en Montevideo tenemos acceso a todo, a los subsidios, cursos e información. La gente del interior no tiene acceso.

Además, la mayoría no están preparadas para exportar. Continuamos el camino de consolidación para las que quieran exportar, y esperamos que las otras se contagien de ese entusiasmo.