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El drama de los altos precios de los fármacos oncológicos

Prevén que en el futuro se ajustarán según el beneficio que produzcan
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15 de mayo de 2016 a las 05:00
Los fármacos cuando realmente son buenos lo sabemos los profesionales médicos de acá, en España, China, Australia. Otra cosa es si los gobiernos tienen o quieren dedicar plata a eso", aseguró el español Atanasio Pandiella, del Centro de Investigación de Cáncer de Salamanca a El Observador.

El acceso a los fármacos oncológicos es un problema que no solamente afecta a Uruguay, sino a los países de todo el mundo, incluso a los países ricos. La industria farmacéutica es más rentable por encima del petróleo, gas, o los automóviles –según explican expertos– y establece precios altos que hacen que muchas veces los gobiernos tengan que negociar compras conjuntas con otros países para que éste sea más accesible.

Sin embargo, tanto Pandiella como Alberto Ocaña, director de la unidad de investigación en cáncer de la Universidad de Albacete, concuerdan que el problema por el alto precio de medicamentos oncológicos no será eterno porque es un modelo de negocios de oferta y demanda, aunque saben que demorará cinco o 10 años en modificarse.

"El precio de los fármacos tendrá que ajustarse al beneficio que producen. Ahora todos valen lo mismo", aseguró Ocaña. Es decir que si un medicamento hace que una persona tenga una sobrevida de seis meses deberá salir más caro que uno que haga que la persona viva solo uno.
Hay una corriente de opinión, tanto en artículos de investigadores como de los propios médicos –entre los cuales se encuentran los dos españoles– que está abogando para que ese cambio ocurra.

"Las industrias farmacéuticas ya lo saben. Están invirtiendo mucho en fármacos con un beneficio claro porque saben que en algún momento los países van a dejar de pagar por los que no lo tengan", dijo Ocaña.

El sistema uruguayo es lento


Con respecto a la realidad uruguaya de evaluación de medicamentos, los expertos aseguraron que lo ideal sería que existiese un sistema de evaluación de cada fármaco rápido e informatizado, como ocurre en Canadá, por ejemplo, donde los médicos recetan un medicamento a un paciente y al día siguiente saben si el gobierno lo pagará o no.
Al ser caros los fármacos, los países deben evaluar si cumplen con los criterios de costo-efectividad, si el beneficio que otorgan supera al costo. Si un medicamento no se ajusta a los estándares, el gobierno se niega a pagarlo.

"Aquí el sistema que usan es que tiene que pasar por comisiones que primero garantizan que se está preescribiendo con rigurosidad. No puede permitirse que sea tan lento en el tiempo y que no exista un sistema informatizado", dijo Ocaña.

Terapias personalizadas

La oncología desde hace varios años se dirige a terapias más personalizadas para los pacientes con cáncer. En ese sentido hubo una sofisticación reciente –que se aprobó en 2013 en Estados Unidos y en 2015 en España– de los "anticuerpos conjugados". Consiste en que a los anticuerpos se les adhieren fármacos tóxicos y atacan a las células tumorales.

"Son como un camión de transporte que suelta la carga –los fármacos– en los tumores", explicó Pandiella. En tanto, la quimioterapia se opone al objetivo de lograr terapias personalizadas, pero no se puede dejar de utilizar este método todavía. La quimioterapia "no es una medicina personalizada, pero todavía tiene su papel y lo tendrá durante mucho tiempo", aseguró Ocaña.

La diferencia es que actúa en el organismo como una bomba que arrasa con todo lo que hay y estos nuevos tratamientos personalizados –hacia los que se dirige la oncología– serían como los misiles que van al objetivo concreto.

"Saber realmente cuáles son las vulnerabilidades de una célula tumoral para atacarlas es lo que necesitamos saber para hacer una terapia realmente personalizada y todavía no lo sabemos", dijo Pandiella.

La semana pasada reconocidos oncólogos de España y Brasil –entre los que se encuentran Pandiella y Ocaña– visitaron el país para un taller organizado por el Instituto Pasteur sobre los avances en la investigación oncológica.

Negociación con el Mercosur


En el caso de Uruguay, la negociación con el Mercosur ya está operativa para medicamentos para el VIH, hepatitis C, y para tratamientos oncológicos está por comenzar. La compra conjunta de medicamentos para la hepatitis C hizo que el costo mensual disminuyera de US$ 80 mil a US$ 8 mil, aseguró el ministro de Salud, Jorge Basso, en la comisión de Salud Pública del Senado semanas atrás. "Esto da cuenta de la necesidad de tener capacidad de negociación", dijo.

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