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El embarazo adolescente como "un cambio de status"

Según pediatras, para las menores de 18 años ser madres "es un logro"
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18 de diciembre de 2015 a las 20:30

Los embarazos adolescentes en la policlínica del Cerro no son vividos como un fracaso. Por el contrario, quedar embarazada a los 13 o 14 años es "un logro" y "un cambio de status" porque pasan a convertirse en madres. Así lo relataron en El Observador TV las pediatras Lilián D'orsi y Diana Sastre, y la psicóloga Roxana Chiriazis, especialistas que trabajan en ese centro de salud de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).

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"En ese entorno, donde no hay otra actividad, donde muchos no van a la escuela o al liceo, el tener un hijo forma parte de su proyecto de vida. Entonces, ese proyecto no lo valoran como un fracaso, lo valoran como todo un suceso", dijo D'orsi en entrevista con Mariano López.

Sastre, por su parte, relató que cuando esas niñas, que fueron o son sus pacientes, van a la policlínica como madres "es terrible". "Es muy angustiante porque están fuera de todo sistema, no estudian, no trabajan y, además, tiene un niño", dijo.

Si bien en el caso de la psicóloga Chiriazis no trabaja con tantas madres adolescentes, sí le ha tocado atender a niños de 8 años con madres de 22. Ahí, el principal problema -destacó la técnica- es la falta de límites por la inmadurez que tiene esa madre, propia de su edad. En los casos de embarazos adolescentes, se trabaja no solo con la futura madre sino con sus familias.

Leer para un mejor desarrollo

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Desde el 2 de diciembre, los niños que se atienden en la policlínica del Cerro pueden leer o escuchar cuentos que otros leen mientras esperan a ser atendidos. El equipo de salud de ese centro –integrado por pediatras, enfermeros, asistentes sociales y psicólogos, entre otros- formó un plan de lectura para los más de 1.400 niños que atienden mensualmente.

Los problemas de aprendizaje de sus pacientes y las dificultades para lograr un tratamiento, que llega a tener demoras de hasta cuatro años, fueron el punto de partida del proyecto. "A los niños cuando son traídos por sus familiares a la consulta o al control les preguntamos si se quiere llevar un libro. De 10, todos dicen que sí. Cada familia se puede llevar un libro y nosotros podemos monitorear qué pasó en esa casa, si se pudo leer o si no se pudo y por qué", explicó Sastre.

Además, cualquier persona puede acercarse a la policlínica desde la hora 7.30 hasta las 17 horas, tomar un libro o llevar uno para donar, y leerlo a los niños que están en la sala de espera. Con la lectura, los especialistas esperan que los niños puedan desarrollar el lenguaje, una de las bases para un buen desarrollo cognitivo.

"La lectura promueve un desarrollo de proyectos imaginativos mucho más que una tableta o una computadora. La escucha de un cuento, por más de que haya una imagen hay que complementarla con imágenes propias", sostuvo Chiriazis.

Al momento cuentan con unos 150 libros que fueron donados por empresas, la editorial Santillana y particulares. Las donaciones se reciben en el propio centro, en el Sindicato Médico del Uruguay o en la Sociedad Uruguaya de Pediatría, que tiene su sede en el Hospital Pereira Rossell.

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