El giro de Alfonsina trae un disco poderoso

Alfonsina encontró con su segundo disco una nueva identidad que se siente más personal y efectiva. Pactos marca desde el principio que va por otro lado con respecto a su antecesor de 2014, El bien traerá el bien y el mal traerá canciones, donde los géneros dominantes, la relación entre la música y las letras y la impresión general del disco era diferente.

Si bien aquel álbum era eficaz, lo que logra con Pactos es mostrar un estilo donde trasluce otras influencias y llega así a un sonido contundente y elegante, y donde el toque individual está más presente.

En una entrevista realizada por El Observador hace dos años, con motivo de su nominación al premio Graffiti, Alfonsina Álvarez explicó que su disco debut mostraba una búsqueda de su estilo propio. Para ello recurrió a experimentos y apeló a diversos estilos musicales (principalmente el blues, el jazz y el pop) vinculados principalmente a lo que ella escuchaba en aquel momento.

Pero ahora, ya con más camino recorrido, y con el antecedente de El bien traerá el bien..., su búsqueda la ha llevado a un lugar diferente.

"No soy lo que quieren hacer conmigo", canta Alfonsina en el estribillo de la canción que abre el disco, Ese frío vacío, que además fue el primer corte de difusión. La frase tiene origen en una anécdota de su carrera musical, pero también puede reflejar una intención de hacer algo realmente propio dentro del panorama sonoro local.

La fusión de géneros también está presente aquí, pero el pop pesa más que antes, hay una fuerza roquera que corre por detrás de temas como Juego con fuego, Ese frío vacío y Abre la puerta, así como pesan más los sonidos electrónicos.

Eso le da una mayor sensación de potencia y contundencia al disco, un factor que se ve reforzado por la presencia clave del bajo, que lleva el pulso y golpea con intensidad en temas como el que abre el disco o en Fuego.

Es Alfonsina quien se encarga del instrumento, así como de las guitarras, teclados y de las voces (recurriendo al recurso de doblar su poca voz, mostrando su rango de tonalidades). La única excepción es la de la batería, tocada por su colega y esposo Diego Bartaburu, integrante de No Te Va Gustar.

Más allá de este predominio de la individualidad, también hay invitados en el disco, entre los que se cuentan Federico Lima, de Socio, que presta su voz para la canción Casas unidas; el tecladista Santiago Marerro (de El Cuarteto de Nos y Santé Les Amis) y el saxofonista Gonzalo Levin, por mencionar a algunos.

Cada instrumento aporta a la construcción de las canciones, pero a su vez genera la sensación de que si bien hay un intercambio, cada uno va por su camino independiente. Los temas ganan en sencillez, nada sobra y no se recurre a la saturación.

Las letras no son tan directas como en el disco anterior de Alfonsina. Son más poéticas y se dedican más a la sugerencia que a contar una historia lineal. La poesía de hecho tiene una presencia particular en un fragmento de Fuego, donde la cantante se despacha con un recitado durante la canción, donde destaca el fragmento "mi generación está sola, sola entre los mojones del tiempo y sus grandes hazañas, sola y sin querer saber adónde ir. Mi generación ya no asimila jerarquías, mi generación se degenera".

Pactos es un cambio para su autora y para el escucha que la había descubierto con su trabajo anterior. Aunque este lanzamiento puede marcar un quiebre brusco, el hecho de que sea un disco en el que se nota el peso de la mirada propia del artista lo hace más interesante, a lo que se agrega el hecho de que sus 10 canciones son sólidas y conforman un disco firme y de alta calidad.

El álbum, que ya está disponible en las disquerías uruguayas, será presentado en vivo en La Trastienda el 22 de setiembre.