"Mi nombre es Adam Sandler”, dijo el comediante una vez ante una multitud en Las Vegas. “No soy particularmente talentoso. No soy particularmente atractivo. Y aún así soy multimillonario”, agregó.
Esa frase muestra el humor autodespreciativo de Sandler, que demostraba ser capaz de reírse de si mismo. Pero a medida que sus películas han ido barranca abajo durante la última década y media, da la impresión de que se está riendo del público.
Esta semana, cerca de una docena de actores nativos americanos abandonaron el set de la película más reciente de Sandler, The Ridiculous Six, a causa de los chistes insultantes que aparecían en el guión, coescrito por el actor.
“Los ejemplos de faltas de respeto incluían nombres nativos de mujeres como Aliento de Castor, una actriz que interpretaba a una mujer apache orinando en cuclillas mientras fumaba una pipa de la paz y plumas inapropiadamente colocadas en una carpa”, reportaron los representantes de los actores.
La película, protagonizada por Sandler, cuenta con la producción de la compañía productora Happy Madison, propiedad de Sandler, y del sitio de streaming Netflix.
Un actor mencionó que los trajes que debían vestir eran “estereotípicos” y los chistes “ofensivos”.
"Hablamos con los productores sobre nuestras preocupaciones”, dijo el actor nativo americano Allison Young. “Solamente nos dijeron: ‘Si ustedes son tan sensibles, deberían irse’. Me quedé ahí parado y los ojos se me llenaron de lágrimas. Se supone que tiene que ser una comedia que haga reír. Una película como esta no debería hacer que alguien se sienta así”, agregó.
“Nada ha cambiado”, dijo Young. “Seguimos siendo indios de Hollywood”.
Ante este problema, la propia Netflix se vio forzada a lanzar un comunicado en su defensa: “La película tiene la palabra ridículo en su título porque es así, ridícula”. Y agregan: “Es una amplia parodia de las películas del género western y de los estereotipos que popularizaron, presentando a un elenco diverso que no solo es parte, sino que también es el blanco de la broma”.
No es la primera vez que Sandler tiene problemas por este tema. Por ejemplo, su película Luna de miel en familia fue vista por algunos sectores como racista por su caracterización de los africanos.
El humor de Sandler siempre fue irreverente. Pero mientras que en su juventud este estilo funcionó bien, con los años sus chistes han perdido gracia y se han ido haciendo más simples y grotescos. Quizás el abandono del proyecto de parte de los actores impulse un cambio.
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