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El hipster murió: abran paso a los yuccies
Justo cuando algunos circuitos de la juventud uruguaya comenzaban a llenarse de figuras barbudas, con ropa de segunda mano y lentes de armazón grueso, los medios internacionales anunciaron la muerte del hipster. El término, que incluso se permeaba poco a poco entre las generaciones más grandes, ahora se ve suplantado por yuccie, la nueva subcultura de moda.
Acuñado por el escritor David Infante en el medio estadounidense Mashable, yuccie funciona como un acrónimo de Young Urban Creative (joven urbano y creativo) y designa a una nueva generación de millennials que quieren trabajar de aquello que les interesa.
Como cruza entre el hipster y los ya olvidados yuppies profesionales de los años 1990, los yuccies son ambiciosos, pero no por ello ponen bajo compromiso su integridad y vocación.
Con la convicción de que la realización personal y profesional es indisociable de la independencia creativa, esta nueva subcultura se aleja de los trabajos tradicionales. No quieren desempeñarse como diseñadores en grandes corporaciones, sino, como ejemplifica Infante, prefieren ser "consultores sociales" que coordinan campañas de Instagram para marcas de estilo de vida, periodistas e ilustradores freelance o emprendedores con proyectos orgánicos y sustentables.
Para respaldar esta teoría, Infante recurre a una encuesta de Deloitte de 2014. Según la investigación, seis de cada diez millennials estadounidenses eligieron su trabajo por el sentido de pertenencia de la empresa que los emplea. De ese grupo, además, un 12% recalcó que el "beneficio propio" era la principal prioridad del liderazgo. He ahí el yuccie.
Por la negativa
Sin embargo, no todo es trabajo. Como con cualquier subcultura, la apariencia también hace al yuccie. A diferencia del hipster, que tenía un fetiche con la estética vintage, el yuccie tiene un look cuidado y limpio, sin piercings ni tatuajes notorios. Además, deja atrás la característica barba tupida de sus antecesores y opta por una afeitada al raz o un vello facial menos poblado.
Aunque ama los productos artesanales,sus preferencias en cuanto al consumo cultural son características de los millennials: abandonan el amor por lo analógico que reinaba entre los hipsters y optan por escuchar música vía streaming y realizar sus lecturas en la web.
Por ahora, el yuccie parece definirse únicamente por la creatividad que heredó del hipster y los rasgos estilísticos y profesionales que lo diferencian de él. Con el tiempo podrá constituir su propia identidad, pero quizá, para entonces, ya sea otro personaje mainstream que todos quieran olvidar.
