El lado B de la ley que promueve el empleo juvenil

En Uruguay la tasa de desempleo fue de 7,3% en marzo; sin embargo para los menores de 25 años alcanzó a 20%, según datos del Instituto Nacional de Estadística. A ese segmento poblacional pretende alcanzar en gran parte la ley N° 19.133, que se reglamentó en abril de este año y que se pondrá en marcha a fin de mes con el objetivo explícito de promover el empleo juvenil. Entre sus objetivos busca fomentar el trabajo de las personas de entre 15 y 29 años, con especial énfasis en aquellas provenientes de hogares de menos recursos, quienes tengan familiares a cargo, y se encuentren desvinculados del sistema educativo.

Como contrapartida establece un subsidio en el salario que las empresas pagarán a los jóvenes, así como beneficios por otorgar días adicionales de licencia por estudio, capacitaciones y reducción de la jornada laboral. Se trata de una iniciativa que prevé cuatro modalidades: la primera experiencia laboral en el ámbito privado y público, las prácticas laborales para egresados, las prácticas formativas en empresas y el trabajo protegido y promovido (ver infografía).

A pesar de estos beneficios, los antecedentes de las leyes de empleo juvenil –sumados a la tendencia de las empresas por incorporar empleados con experiencia laboral– marcan un camino complicado para reducir el alto índice de desempleo de esta franja etaria.

El director nacional de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Pereyra, dijo que hay 40.000 jóvenes de entre 15 y 29 años en busca de su primera experiencia. Además de 10.000 que entran en trabajo protegido.

En la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS) preocupa el hecho de que esta ley no ataque de raíz el problema que consideran principal y que es que hoy en día la necesidad de jóvenes que cuenten con un estudio técnico. "Van a estar ocupando seguramente cargos de baja remuneración, y van a incluirlos en actividades donde no se precisan jóvenes para hacer tareas simples, que no requieren mucha técnica. No es atractivo para las empresas ni para el país", dijo Diego Yarza, del departamento legal de la CNCS.

Con base en la experiencia de las anteriores leyes que promovían el empleo juvenil se teme que la nueva ley siga la suerte de las anteriores, en el sentido de que se le exija a los empresarios muchos trámites y los subsidios no sean lo suficientemente atractivos.

Además está dejando de lado los emprendimientos y el joven emprendedor. No estamos frente a una economía favorable para Uruguay, lo cual impide la creación de puestos de trabajo. Seguramente se dé la sustitución del trabajo, y se contrate un joven para ocupar el lugar de una persona mayor de 30 o 35" años, afirma Yarza.

Otro de los problemas que visaliza, sumado a la falta de experiencia, es que los jóvenes no tengan la actitud necesaria para ingresar a una empresa. Eso es lo que señala el profesor de Política de Empresa del IEEM, Pablo Bartol.

"Muchas empresas nos dicen que estas leyes son una complicación porque administrativamente les exigen hacer diferencias y tener planillas y liquidaciones aparte. (Además señalan) que no hay jóvenes con la actitud, con ganas de aprender, que quieran cumplir y que acepte las órdenes necesarias para que los empresarios los quieran contratar. Las empresas piden actitud y conocimiento, no va por el lado de que salga más barato", explicó Bartol, quien además es director del centro educativo Los Pinos.

Al día de hoy la consultora de recursos humanos Manpower tiene una base de datos de 60.000 candidatos. El 30% de la base de datos de Manpower corresponde a menores de 25 años y 38% a personas de entre 25 y 30 años. En esa consultora sostienen que el requisito de la experiencia suele generar un círculo vicioso que de alguna forma hay que cortar: si no se brinda una primera oportunidad no se llega a adquirir experiencia.

"No hemos notado una variación en las solicitudes de jóvenes, al menos en los últimos meses. Pero la medición relevante es partir de la reglamentación. En algunos casos notamos cierta informalidad en el vínculo laboral. Nos encontramos con personas que renuncian de un día para el otro o que no respetan ciertos compromisos. Hoy, como nunca antes, conviven diferentes generaciones en un mismo lugar de trabajo. El desafío para las empresas es grande y las que obtengan mejores resultados serán las que integren mejor experiencia y juventud", explicó la gerenta general de Manpower, Inés Arrospide.

Los jóvenes se caracterizan, según Arrospide, por buscar un trabajo que realmente valoren y disfruten, la atracción por la flexibilidad, y ser más leales a las personas que a las compañías. En general entienden que una compañía no es un lugar para toda la vida, valoran la capacitación, el clima laboral y las posibilidades de desarrollo. Complementariamente se adaptan rápidamente a la tecnología, integran estímulos, están acostumbrados a la velocidad de internet y esto lo llevan a todos los procesos.

En la consultora KPMG afirman que en general es complicado el acceso al mercado de los jóvenes que no tienen experiencia.

"Este grupo es vulnerable al acceso al trabajo y por eso los legisladores le facilitan a las empresas beneficios para fomentar que sean contratados", afirman Doldán y Mora. "Este grupo es vulnerable al acceso al trabajo y por eso los legisladores le facilitan a las empresas beneficios para fomentar que sean contratados", afirman Doldán y Mora.

Cada vez más, por más simple que sea la actividad, las empresas piden siempre experiencia previa", sostienen Sandra Doldán y Juan Mora, del departamento legal de KPMG.

Actualmente la consultora de recursos humanos Advice tiene más de 100.000 postulantes en su base de datos. El 37% corresponde a jóvenes que tienen entre 18 y 29 añosDe Advice explican que hay dos tipos de experiencia. "Una genérica para cargos operativos y júnior, en donde las empresas quieren asegurar hábitos de trabajo; y la específica, que permite ser productivo de forma rápida. Cuando se pide experiencia, en general, es excluyente", señaló el gerente general, Federico Muttoni.

Basado en consultas primarias recibidas de varias empresas, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social considera que a fines de este mes –con la campaña de difusión que va a lanzar– se comenzará a implementar el empleo juvenil bajo este régimen.

Los beneficios son interesantes, las herramientas de preselección son gratuitas. Es un método para que las empresas puedan presentar jóvenes, lo cual puede ser interesante y un diferencial. A su vez tenemos la intención de generar un compromiso social para ser cada vez más compatibles el trabajo y el estudio. Cuando hay mucha sensibilidad en el país acerca de la deserción del estudio de los jóvenes buscamos que las experiencias se articulen con la formación académica", dijo el director nacional de Empleo, Eduardo Pereyra.

Las reclutadoras de personal dicen que no ven como una amenaza la herramienta gratuita que brinda el Estado de preselección, sino que consideran que su labor es importante para la puesta en marcha de esta ley. "Jugamos un papel fundamental porque somos un puente para el empleo" explicó la gerenta general de Manpower. Para el éxito de la ley se debería hacer especial foco en la agilidad de los procesos que brindará el Ministerio de Trabajo. Esa es la visión de KPMG.

"El éxito dependerá de la agilidad y de cómo el ministerio facilite las cosas, sobre todo cuando tienen necesidad urgente de cubrir cargos. Si se demora puede ser contraproducente", afirman Doldán y Mora.

La Cámara Nacional de Comercio y Servicios, junto a Franklin Convey, presentó los resultados de la encuesta "Cualidades requeridas para la contratación de personal". El objetivo fue comprender y analizar desde el punto de vista de los empresarios cuál es la situación actual respecto a las cualidades con las que cuentan los jóvenes que se incorporan a las empresas. El 54% de los empresarios entiende que los jóvenes, al momento de iniciar su trabajo en una empresa, están "nada preparados" o "muy poco preparados". Las habilidades consideradas más importantes a la hora de contratar una nueva persona son, para más del 90% de los encuestados, tanto la responsabilidad como la capacidad para aprender cosas nuevas. El 87% considera que contar con mano de obra capacitada exitosamente en esas habilidades tendrá directamente efectos positivos en la productividad de la empresa. Por lo tanto, se concluye, las carencias existentes en esos factores suponen una traba para mejorar la competitividad de las empresas y para que los jóvenes se puedan insertar exitosamente en un mundo cada vez más exigente. El 52% de los 366 consultados señalaron que la formación técnica y la académica son insuficientes en los jóvenes.