A un día de la llegada de
Uber a Uruguay, un chofer de la empresa denunció en el programa radial Las cosas en su sitio haber sido víctima de un intento de agresión por parte de taximetristas durante su primer día de trabajo.
Entorno a las 16 horas del pasado jueves, Juan comenzó su actividad como chofer de Uber en la zona de Colón. Después de un primer viaje que calificó como "satisfactorio", recibió el aviso de que solicitaban un nuevo viaje por la zona de Lecocq, cercano a un asentamiento.
Mientras se dirigía al punto de encuentro, distinguió dos taxis parados frente a un supermercado con las luces de posición puestas. Aunque le pareció raro pensó que deberían estar esperando clientes, por lo que ignoró la situación y continuó su camino.
Conociendo la zona, Juan ingresó al asentamiento. Allí las calles se denominan "pasajes" y se distinguen con una letra. Él tenía que llegar al pasaje J.
Al cruzar el primer pasaje, Juan vio a su derecha un
taxi parado también con las luces de posición puestas. La imagen se repitió en los tres siguientes pasajes, donde hasta dos taxis estaban detenidos con las luces de posición o incluso apagadas.
Al llegar al quinto pasaje, decidió salir del asentamiento y cancelar el viaje por precaución. Tres minutos después de haber cancelado, Juan recibió un mensaje de texto del usuario (la aplicación permite que tanto el chofer como el usuario acceda al número de telefono del otro), explicitándole su ubicación y la vestimenta que llevaba puesta. Desconfiado, Juan volvió a cancelar el viaje y salir del lugar.