El secreto de la longevidad

El experto Dan Buettner, en conjunto con National Geographic, decidieron investigar las llamadas blue zones que se encuentran en diferentes partes del mundo. Se trata de áreas donde existen los índices más altos de longevidad, donde es normal que las personas lleguen a vivir un número de años de tres cifras.

Buttner dedicó más de una década a estudiar la genética, los hábitos y la alimentación de las personas que viven en estas áreas. A raíz del gran estudio realizado, recientemente publicó el libro The blue zones solution: eating and living like the world’s healthiest people, a la venta online desde US$ 11 en varias plataformas como Amazon. El texto contiene recetas y prácticas que son las que conforman el estilo de vida de los más longevos del planeta.

Blue zones

Según Buettner, los cinco lugares donde la gente vive más y es más sana son Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia), Loma Linda (California), Icaria (Grecia) y la península de Nicoya (Costa Rica).

Su investigación comenzó por centrarse en qué es lo que comen los más ancianos de estas comunidades. Lo que concluyó es que 90% de los ancianos de 100 años o más tienen como base los vegetales en su dieta. También tienen un alto índice de carbohidratos, de los cuales 65% los obtienen de granos, maíz y boniato, entre otros. Claramente las dietas son diferentes en cada área, pero Buettner explica en su libro que ninguna es planificada, sino que los favorece el ambiente.

En Cerdeña se consume mucho aceite de oliva y verduras silvestres. En Okinawa, la base de la alimentación está en los boniatos y el tofu. Las personas en la península de Nicoya comen gran variedad de tubérculos, entre ellos el ñame, una especie de papa que crece en zonas cálidas y húmedas. Con la carne más presente está Loma Linda, en donde la base de la dieta está en el salmón y en la harina de avena.

Algo sorprendente de la investigación es que en Grecia casi no existe la demencia relacionada con la edad. Buettner adjudica esto a la famosa dieta mediterránea, que sustituye la carne roja y la comida rápida por vegetales, granos, frutas, frijoles, pescado, aceite de oliva y una infaltable copa de vino tinto. Además, en dicho país el té forma parte de la dieta básica, el cual contiene propiedades de todo tipo que benefician la salud.

No solo es la comida

Si bien es cierto que uno es lo que come, las actividades y la modalidad de vida que uno lleva también condicionan la salud.

Buettner llegó a la conclusión que no solo la alimentación es la responsable de la longevidad, sino que el estilo de vida se queda con la otra mitad del protagonismo. Realizar actividad física todos los días, tener sentido de proposición, llevar un ritmo de vida tranquilo y tener fuertes lazos familiares son algunas de las causas que suman años a la vida de una persona.

También son importantes pequeños cambios en las costumbres, como por ejemplo, dormir a una temperatura de 18 grados para conciliar bien el sueño, apagar todas las luces antes de dormir, cortar uno mismo el césped de la casa y reunirse con amigos y familia. De hecho, los vínculos interpersonales son quizá lo más importante. El experto resalta que no es bueno estar demasiado tiempo solo y que es particularmente positivo comer con compañía. Un consejo de parte de los japoneses es dejar de comer cuando se está 80% lleno.

Es importante aclarar que no es necesario vivir en algunas de estas cinco blue zones para vivir mejor, sino que cada uno puede hacer de su casa, su entorno y su día a día una blue zone