El sínodo de la familia entra en la recta final

¿Qué es?

Es una reunión convocada por el papa para reflexionar sobre el rol de la familia, los desafíos que enfrenta y las respuestas de la Iglesia ante las diversas situaciones.

El cardenal Daniel Sturla explicó a El Observador: "El sínodo aborda un tema fundamental para la Iglesia y para el mundo, que es la familia. En este momento hay una propuesta familiar unida a la fe católica que no está funcionando, también en muchos países de tradición cristiana: la cantidad de divorcios, uniones libres, etcétera, ponen en tela de juicio el tema de la familia".

¿Quiénes participan?

Hay 270 padres sinodales. De estos, 183 fueron elegidos en su país, 42 por su cargo y 45 por nominación del papa. Entre los 270 hay 76 cardenales, además de otros prelados y religiosos. Como invitados hay 18 matrimonios, 24 expertos, 51 auditores y 14 delegados fraternos.

Hay dos uruguayos. El obispo de Minas, Mons. Jaime Fuentes, fue designado por los prelados del país. Y el cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo, fue convocado por el papa. Participan en grupos de trabajo diferentes, ambos de idioma italiano.

¿Cómo se organiza el trabajo?

El trabajo está guiado por un documento elaborado en 2014. Cada semana, en sesión plenaria se presentan los puntos de estudio, se escucha el testimonio de un matrimonio y luego intervienen los padres sinodales que deseen. Cada uno tiene un máximo de tres minutos para hablar.

Además funcionan grupos de trabajo llamados "círculos menores", integrados por unos 20 miembros y según su idioma. Ahí se estudian los asuntos y presentan sugerencias. Una comisión de diez miembros recogerá las propuestas de todos los grupos en las tres semanas, las integrará y presentará al papa, que luego decidirá qué hacer con ellas.

Hay sesiones de lunes a sábado, de 9 a 12:30 y de 16 a 19.

¿El objetivo es proponer cambios?

Se usa la metodología de "ver, juzgar, actuar". "Ver" los grandes desafíos de la familia, "juzgar" para tratar de ver esos desafíos a la luz de la palabra de Dios y de las enseñanzas de la Iglesia. El "actuar" implica evaluar cómo se pueden afrontar las situaciones.

¿Qué rol ocupa el papa?

Francisco inauguró el sínodo y lo concluirá. Asiste a las sesiones generales y recibirá el documento final, que evaluará si publica o si lo usa como recurso para otro texto que elaboraría luego.
Al comienzo del proceso transmitió algunas ideas clave: que conviene aprender de la familia de Jesús, que vale la pena atreverse a soñar con un amor que dure para siempre porque así lo quiere Dios, y que los participantes del sínodo deben buscar la unidad más que imponer su opinión.

"El Sínodo no es un parlamento donde para conseguir un consenso o un acuerdo común se recurre a las negociaciones, a los pactos o a los compromisos. El único método del Sínodo es abrirse al Espíritu Santo", dijo el pontífice.

Algunos temas que se tratan

Separaciones: los padres sinodales reconocen la gran cantidad de separaciones y divorcios y evalúan modos de revertirlo.
Reflexionan sobre la indisolubilidad del matrimonio.

Dificultades: el desempleo, la pobreza y otras situaciones que viven las familias.

Acompañamiento: reconocen que muchas veces la Iglesia no sigue a los matrimonios y evalúan modos de mejorar esto.

Acogida: estudian cómo recibir a los divorciados vueltos a casar y a otros que presentan situaciones consideradas irregulares.

Género: surgió, especialmente a raíz de los latinoamericanos, el diálogo sobre la teoría del género y sus implicancias para las familias.

Lenguaje: en varios grupos de trabajo surgió la necesidad de encontrar un modo de decir más adecuado al presente.

La intervención de los uruguayos

El cardenal Daniel Sturla tuvo una reunión privada con el papa el pasado martes 13, según publicó en su página de Facebook.

El jueves intervino en una sesión general. Allí se refirió a la realidad uruguaya marcada por el secularismo y a la actitud de la Iglesia ante esto. Según explicó a El Observador, mencionó una reunión que tuvo con el grupo LGBT y cómo, más allá de que al principio hubo cierta tensión, "fue un encuentro cordial donde se refleja que hay un deseo de mucha gente de sentirse respetada en su realidad diversa por la Iglesia".

Monseñor Jaime Fuentes, obispo de Minas, tuvo un encuentro con Francisco durante un intervalo y le pidió para tomarse una foto.

Luego intervino en una sesión general, el jueves pasado, según publicó en su blog. Allí habló de la Virgen María -tema de su especialidad- y propuso que el papa haga consultas para definir como verdad de fe (dogma) la maternidad espiritual de la Virgen María. Planteó que, frente a los desafíos actuales, la Virgen "abre el camino, conforta y llega a los corazones con su índole materna".