Hace más de 2.000 años, en el hoy llamado valle de Pisco, dentro del actual Perú, vivían los paracas. Esta civilización, antecesora de los más famosos nazca, se destacaba por la producción de cerámica y artesanías hechas con este material. Uno de sus productos más célebres eran los piskos, recipientes en los que se almacenaban distintos tipos de bebida.
Uno de los líquidos almacenados en estos recipientes era el aguardiente de uva, cuyo proceso de elaboración se inicia de forma similar a la del vino, con la destilación de las vides, solo que el producto no se almacena en barricas de madera.
Tanto ese aguardiente como la región en la que se produjo tomó el nombre de esos recipientes de cerámica, aunque deformado como Pisco. Esa es la historia que los peruanos cuentan sobre la que es su bebida nacional, una de cuyas variantes celebra hoy su día, el pisco sour.
Este trago tiene un origen más reciente, aunque existen registros de la combinación de este destilado con limón que se remontan al siglo XVIII. Fue en la década de 1920 cuando nace oficialmente el pisco sour. Ocurrió dentro del bar Morris, un establecimiento del centro de Lima donde tres bármanes (Alfonso Bregoye, Graciano Cabrera y Alberto Mezarina) crearon el trago inspirados en ideas similares como el whisky sour. Según el relato oficial, el nacimiento fue accidental: se debió a la falta de whisky y a la insistencia de un cliente.
El trago se popularizó fuera de fronteras a través de restaurantes de comida peruana, que desde hace algunos años han aflorado en todo el mundo. También ha contado con el apoyo gubernamental para su producción y difusión tanto fuera como dentro del país, tras que durante varias décadas fuera postergado por otras bebidas.
Consumido como aperitivo, luego de las comidas o simplemente como trago, el pisco se ha ganado un prestigio aunque su origen no esté exento de polémicas.
Rivalidad originaria
Perú y Chile mantienen una rivalidad que tiene varias razones y se refleja en distintos ámbitos. La guerra del Pacífico y las subsiguientes disputas territoriales se reflejan en duelos futbolísticos y competencias por productos como el pisco.
Ambos países sostienen, cada uno con sus argumentos, el derecho a usar el nombre de la bebida, así como el de atribuirse ser el lugar de origen de este destilado. Cada país ha elaborado legislaciones para defenderlo y ambos lo consideran sus respectivas bebidas nacionales, por lo que se pueden encontrar variedades de la bebida de acuerdo a su lugar de procedencia.
Incluso se han producido disputas legales entre ambas naciones, que buscan tener el uso exclusivo de la palabra pisco.
En Uruguay
Ya desde el pasado verano, el pisco sour o con maracuyá son una presencia habitual en las listas de tragos favoritos de la temporada en Punta del Este. La combinación con la fruta tropical es un giro típico de la temporada veraniega.
Más allá de esto, con motivo de la celebración del día del pisco sour, la embajada peruana en Uruguay
realizó un festival temático que incluyó la visita del sommelier Diómedes Arango, con la intención de continuar la promoción de esta bebida, que por orden gubernamental debe estar en cada representación diplomática del país.
De todas formas, la celebración de esta bebida puede hacerse en los distintos restaurantes peruanos que hay en Montevideo y en otros puntos del país, donde se ofrece este trago.
La receta
La preparación de la receta clásica del pisco sour requiere de 3 onzas de pisco, 1 onza de jugo de un limón pequeño y que todavía se encuentre verde (para darle mayor acidez), 1 onza de jarabe de goma (azúcar líquida), 1 clara de huevo y 6 cubitos de hielo. Se licuan todos los ingredientes (menos la clara), durante un minuto, se agrega la clara y se vuelve a licuar por cinco segundos. Al servirlo se puede agregar una o dos gotas de amargo de angostura, para dar sabor.