Natalia Abello, embajadora de Colombia en Uruguay, aseguró que la participación en política de los jefes máximos de las FARC fue uno de los temas que más se discutió en la sociedad.
El objetivo del acuerdo era cambiar unas fuerzas militares revolucionarias por un partido político y les garantizaba cinco lugares en el Senado y cinco lugares en la Cámara que Representantes, lo que significa el 5% y el 3% respectivamente de los 268 integrantes que componen el Congreso. "Fue un tema base de la negociación porque no se puede pensar que se va a cerrar un conflicto armado sin una agenda política", explicó Abello.
Sin embargo, explicó que uno de los puntos críticos del No fue el tema de la justicia. "Las sanciones sí iban a ser privativas de la libertad, pero no en las cárceles colombianas", dijo la embajadora, quien agregó que la campaña se masificó como impunidad y eso fue percibido por los colombianos que votaron por el no. "Pudo más el odio que la esperanza de paz", expresó.
"No estamos hablando de una guerrilla rendida, estamos hablando de una guerrilla en alza que pactó bajo el fuego el cese bilateral del mismo durante años" sostuvo Abello. Por eso consideran como positiva la reacción de las FARC que han dicho que usarán la palabra como única arma. "La entrega de las armas está en suspenso, el acuerdo está vigente pero su implementación no es posible", concluyó.