Muchos de sus compañeros ya apenas saludan a Gonzalo Mujica o lo hacen a regañadientes cuando se cruzan al diputado disidente en el ambulatorio o en el Plenario de la Cámara.
Y si bien están obligados a seguir dialogando con él, casi ninguno da dos pesos por la futura relación de Mujica con la izquierda oficialista.
El jueves 3 durante la reunión con el presidente del FA, Javier Miranda, los coordinadores de los distintos sectores de la coalición manifestaron su rabia con el proceder del legislador que, tras ser electo por el Espacio 609, se pasó al astorismo y, luego se declaró independiente.
Allí admitieron que hay que seguir dialogando con Mujica porque es preciso mantener la mayoría parlamentaria que el legislador parece haberles escamoteado. Incluso no se maneja en el corto plazo la expulsión del dirigente aunque es probable que el Tribunal de Conducta de la coalición analice su conducta.
Pero los legisladores del FA hablan de "excompañero" cuando se refieren a Mujica y solo esperan que la relación se deteriore aún más. El parlamentario no solo respaldó la frustrada
investigadora de los negocios con Venezuela sino que está dispuesto a presentar una denuncia penal por el funcionamiento del
Fondes y votará en contra de la reforma de la
caja militar.
En el FA evalúan sacarlo de la Comisión de Hacienda si persiste en marcar sus diferencias y varios de sus dirigentes lo han calificado de "tránsfuga"