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En el nombre de Beatriz, el gobierno creará el delito de feminicidio
Sensibilizado por el último asesinato de una mujer, el presidente ordenó redactar un proyecto de ley para tipificar el feminicidio como delito independiente
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01 de diciembre de 2015 a las 05:00
Beatriz Comesaña estaba el sábado en su casa en Neptunia cuando llegó el padre de sus dos hijos. En medio de la discusión, el hombre le dio 14 puñaladas. Los hijos intentaron defender a su madre, pero no pudieron.
"El presidente Vázquez, sensibilizado por la última muerte de una mujer, entendió que ya no se puede ser prescindente", explicó ayer la ministra de Educación, María Julia Muñoz, en rueda de prensa. El presidente pidió en el consejo de ministros al prosecretario de Presidencia, Juan Andrés Roballo, que redacte un proyecto de ley para tipificar como delito independiente el feminicidio y agravar así las penas para los homicidas de mujeres.
El homicidio es castigado en Uruguay con una pena que oscila entre los 20 meses hasta los 30 años de prisión, dependiendo de las agravantes que se imputen. Al tener una pena mínima inferior a dos años, el delito es excarcelable. De todas maneras, se considera agravante que la víctima sea ascendiente o descendiente, cónyuge o concubino, sin importar su sexo (artículo 311). En estos casos, la pena mínima es de 10 años.
Sin embargo, el Código Penal no establece como agravante que el homicida sea expareja de la víctima, como sucedió en el crimen de Beatriz. Si se aprueba el feminicidio como delito, como pretende el gobierno y movimientos feministas, aumentaría la pena para los hombres que matan a sus exparejas.
Brasil y Colombia aprobaron este año el feminicidio como delito. En Colombia, donde la pena máxima era 37 años de cárcel, quien comete un feminicidio puede llegar a ser penado con 50 años de prisión. "Sabemos que 15 mujeres mueren por día en Brasil apenas por el hecho de ser mujeres", dijo la presidenta Dilma Rousseff en marzo, al anunciar la sanción de una ley que incluye el feminicidio en el código penal y le estipula una pena de entre 12 y 30 años de prisión. Argentina fue vanguardista en este sentido, porque tipificó el delito en 2012, aumentando las penas "al que matare a su ascendiente, descendiente, cónyuge, ex cónyuge, o a la persona con quien mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia".
Uruguay se encamina a transitar el mismo camino. El fiscal de Corte, Jorge Díaz, se ganó la ovación del auditorio el miércoles pasado cuando propuso la creación del feminicidio durante la presentación del Plan de Acción 2016-2019: por una vida libre de violencia de género, con mirada generacional. El tema ya fue discutido en el Parlamento durante el anterior período de gobierno, cuando estuvo a estudio un nuevo Código Penal, que finalmente naufragó. En el proyecto aprobado por la comisión de Constitución y Códigos de Diputados, no estaba incluido el feminicidio, lo que generó la crítica de movimientos feministas y de la Institución Nacional de Derechos Humanos.
El prosecretario Roballo anunció ayer que el gobierno enviará el proyecto "para tipificar esa conducta como un delito con independencia de otros" antes de fin de año. "El Estado quiere dar una señal fuerte a la sociedad sobre este problema", agregó.
"El presidente Vázquez, sensibilizado por la última muerte de una mujer, entendió que ya no se puede ser prescindente", explicó ayer la ministra de Educación, María Julia Muñoz, en rueda de prensa. El presidente pidió en el consejo de ministros al prosecretario de Presidencia, Juan Andrés Roballo, que redacte un proyecto de ley para tipificar como delito independiente el feminicidio y agravar así las penas para los homicidas de mujeres.
El homicidio es castigado en Uruguay con una pena que oscila entre los 20 meses hasta los 30 años de prisión, dependiendo de las agravantes que se imputen. Al tener una pena mínima inferior a dos años, el delito es excarcelable. De todas maneras, se considera agravante que la víctima sea ascendiente o descendiente, cónyuge o concubino, sin importar su sexo (artículo 311). En estos casos, la pena mínima es de 10 años.
Sin embargo, el Código Penal no establece como agravante que el homicida sea expareja de la víctima, como sucedió en el crimen de Beatriz. Si se aprueba el feminicidio como delito, como pretende el gobierno y movimientos feministas, aumentaría la pena para los hombres que matan a sus exparejas.
Brasil y Colombia aprobaron este año el feminicidio como delito. En Colombia, donde la pena máxima era 37 años de cárcel, quien comete un feminicidio puede llegar a ser penado con 50 años de prisión. "Sabemos que 15 mujeres mueren por día en Brasil apenas por el hecho de ser mujeres", dijo la presidenta Dilma Rousseff en marzo, al anunciar la sanción de una ley que incluye el feminicidio en el código penal y le estipula una pena de entre 12 y 30 años de prisión. Argentina fue vanguardista en este sentido, porque tipificó el delito en 2012, aumentando las penas "al que matare a su ascendiente, descendiente, cónyuge, ex cónyuge, o a la persona con quien mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia".
Uruguay se encamina a transitar el mismo camino. El fiscal de Corte, Jorge Díaz, se ganó la ovación del auditorio el miércoles pasado cuando propuso la creación del feminicidio durante la presentación del Plan de Acción 2016-2019: por una vida libre de violencia de género, con mirada generacional. El tema ya fue discutido en el Parlamento durante el anterior período de gobierno, cuando estuvo a estudio un nuevo Código Penal, que finalmente naufragó. En el proyecto aprobado por la comisión de Constitución y Códigos de Diputados, no estaba incluido el feminicidio, lo que generó la crítica de movimientos feministas y de la Institución Nacional de Derechos Humanos.
El prosecretario Roballo anunció ayer que el gobierno enviará el proyecto "para tipificar esa conducta como un delito con independencia de otros" antes de fin de año. "El Estado quiere dar una señal fuerte a la sociedad sobre este problema", agregó.
