Desde el 1 de diciembre hubo 195 rescates solo en Maldonado, sin contar los casos en los que deben ayudar a las personas a salir de la orilla. Durante el fin de semana pasado, más de 40 personas podrían haberse ahogado, si los guardavidas no los hubieran rescatado.
Este jueves al mediodía, guardavidas de la bajada 12 y 20 de la playa Brava de Maldonado tuvieron que socorrer a tres personas de entre 20 y 25 años que se estaban ahogando. El problema es que los veraneantes no estaban dentro de su zona de jurisdicción sino en el área de la bajada 14, una zona sin vigilancia de guardavidas.
Esta es la tercera vez que sucede lo mismo en esa playa. Días atrás fueron cuatro personas socorridas, según contaron a El Observador desde la Brigada de Guardavidas de Maldonado.
Ante estas situaciones de peligro, las personas buscan ayuda en las cabinas de vigilancia más cercanas (la 12 y la 16), que están a un kilómetro de distancia cada una, aproximadamente.
Esto significa que, ante el pedido de auxilio, los guardavidas deben correr una distancia considerable para llegar al punto y luego, con el cansancio físico que eso implica, proceder con el rescate. Además que, al hacer eso, deben abandonar la vigilancia de la zona que sí les corresponde.
Aún sin cabina salvavidas, la playa de la bajada 14 es muy concurrida por los turistas ya que no hay señalización ni nada que impida el descenso. Incluso algunos de los edificios que están frente a la playa tienen sus propios servicios de rampas de madera y sollas para que sus huéspedes desciendan.
El supervisor general de la Brigada de Guardavidas de Maldonado, Marcelo Simoncelli, destacó que la forma para intentar evitar más ahogamientos es bastante sencilla: cuanto más cerca se esté de una casilla de guardavidas, más segura es la playa.
Vea: Ocho personas se ahogaron en lo que va de la temporada
La bajada 14 no es la única playa donde ocurren estos casos. El pasado domingo, un joven de 21 años fue rescatado de la playa Ocean Park de Punta del Este pero no sobrevivió al accidente. Al día siguiente, un hombre de 41 años murió ahogado en la playa Rocamar, entre Punta Colorada y Punta Negra. En ambos casos, las personas estaban en zonas sin cabina de guardavidas.
Por esa razón, una comisión técnica de la brigada elaboró un informe en el que se detallan la cantidad de zonas desprotegidas en las playas de Maldonado y los guardavidas que harían falta para cubrirlos. La bajada 14 es una de las áreas recalcadas en el informe. El documento ya fue presentado a las autoridades de la intendencia para que evalúen medidas, contó a El Observador Javier Gutiérrez, coordinador de la playa Brava e integrante de la brigada.
El 94% de los ahogamientos tiene lugar en zonas no habilitadas para baños, según cifras del Sistema Nacional de Emergencia.
Aun así, Gutiérrez explicó que al día de hoy la intendencia continúa trabajando con el presupuesto de la administración pasada, por lo que esperan que este informe y los posibles cambios se concreten la próxima temporada.
Mientras tanto, la idea es colocar cartelería en las zonas sin vigilancia para alertar a los veraneantes. Aun así, esto no es una medida que termine de conformar a los guardavidas dado que eso no impide que los turistas se bañen en el agua y por lo tanto no previene posibles accidentes.
Vea: Recomendaciones del Sistema Nacional de Emergencia para bañarse en las playas
Además, los carteles tienen poca vida útil porque son arrancados o vandalizados. Mañana se colocarán 10 nuevos en playas que no están habilitadas para baño, contó Simoncelli.
Maldonado tiene la brigada de guardavidas más grande, con 240 personas trabajando durante toda la temporada. En los casi 100 kilómetros de costa del departamento, hay 84 puestos con 138 guardavidas. Los 102 restantes realizan trabajos de supervisión y coordinación.
Tanto Simoncelli como el director de Deportes de la Intendencia de Maldonado, Martín Laventure, dijeron a El Observador que para tener una cobertura mejor de las playas fernandinas deberían trabajar entre 40 y 50 guardavidas más. De esa forma, las 10 horas de jornada laboral (trabajan de 9.30 a 19.30 todos los días) estarían cubiertas por dos guardavidas.
Tal como sucede en el tránsito, cuando se trata de ahogamientos, la imprudencia de los veraneantes es la que determina, en muchos casos, una tragedia, manifestaron Simoncelli y Laventure. "Las personas quieren bañarse en lugares más aislados pero el lugar más seguro siempre donde están las casillas. Cuando uno baja a la playa tiene que mirar para los costados y si ve una casilla, quedarse cerca", sostuvo Simoncelli.
Las ocho personas que se ahogaron en lo que va de la temporada, tanto en Maldonado como en otros departamentos, estaban, en promedio a 400 metros de una zona vigilada por guardavidas, es decir, casi cinco cuadras.
La colocación de las casillas varía de acuerdo a la popularidad de las playas. Si una playa comienza a ser más concurrida pero no tiene servicio de guardavidas, se instala uno.
Durante el año, y desde hace 10 años, los guardavidas de Maldonado realizan actividades en liceos y escuelas para que los niños aprendan los peligros del agua. La Intendencia de Maldonado planea sumarse, así como el Sistema Nacional de Emergencia, que comenzó a repartir folletos para los turistas con recomendaciones para la prevención.
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