"En todo ese tiempo de va y ven cada uno tuvo sus encuentros y desencuentros, pero los 2 sabíamos que éramos el uno para el otro, solo era esperar que llegara el momento adecuado. Y así sucedió, un año después, nos vimos un par de veces y la tercera me dijo 'o me llevas a tu casa o esto termina acá', como quien dice, me puso entre la espada y la pared. Yo no me esperaba eso, le pedí que me diera 1 mes para supuestamente preparar a mis padres, porque sería la primera a traer un novio a casa, pero en realidad era para prepararme a mí jaja. Cada día él me escribía, faltan tantos días.. y yo cada vez más nerviosa. Y así fue que llegó el 2/04/2012, él entró a mi casa todo uniformado, hecho un príncipe, y yo no me animaba a salir de la cocina para ir hasta la sala a verlo, y con su simpatía y cara dura se sentó a charlar con mi madre, al rato fuí a verlo y así empezó nuestro noviazgo de 4 años, 4 meses y 10 días", relató Ximena.
En su carta, recuerda las largas jornadas de entrenamiento que tenía Cristian en la Escuela Militar de Aeronáutica, por lo que sólo tenía libre los sábados. "Llegaba a mi casa directo, a las 6am y a las 00 regresaba, debido a que los domingos jugaba al fútbol por su escuela amada, pero esas horitas juntos bastaba para que nos disfrutáramos el uno al otro..cada despedida era mas difícil porque cuanto más tiempo pasaba más nos amábamos", continúa y recuerda que cada persona que los veía les decía lo mismo; "Ustedes son el uno para el otro".
También recuerda que cuando le preguntaban a qué se dedicaba su novio respondía "con todo el orgullo del mundo" que era piloto de la Fuerza Aérea Uruguaya.
"Siempre un payaso, en cualquier momento, lo importante para él era hacerme reír, hacernos reír a todos, en cualquier situación, y así lo voy a recordar. Mi payasito feliz! Siempre festejamos cada victoria, o sufrimos cada mala racha juntos, siempre juntitos. No se imaginan la alegría que tenía de haber podido hacer la demostración aérea en el día en que se recibió, me decía 'gorda, me vas a ver volar', yo lo acompañaba en su alegría, pero con un poquito de nervios en el momento que hacía tantas volteretas en el aire. Así que llegó el momento de irse a Durazno, estaba muy contento de estar más cerquita de Rivera, y fue cuando nos empezamos a ver más seguido, un tiempo mágico, salidas, películas, almuerzos, cenas, charlas, viajes, mates, helados (siempre me dijo 'el día que trabajes me vas a comprar helado todos los días', eran su punto débil).", relata.
Ximena cuenta que desde hace un tiempo hablaban de vivir juntos en Durazno y formar una familia.
"Esto no se pudo concretar, pero le agradezco a Dios que me haya permitido conocer a esta persona tan hermosa, tan buena, que me amaba tanto como yo a él, siempre me dijo 'yo soy tuyo y tú eres mía por siempre'. Él prácticamente me acompañó a crecer, me enseñó a ser buena y fuerte como yo a él, y se lo voy a agradecer siempre", escribió Ximena, y finalizó su carta con un pedido a todos quienes la leyeran.
"Así, que les pido, que tanto con sus parejas, amigos, familia, disfruten, disfruten!! aprovechen cada momento juntos, nunca van a pensar que les va a tocar a ustedes, pero pasa.
Cristian y yo, siempre lo disfrutamos, sin saber que esto nos iba a pasar, cada minuto, cada momento, cada TE AMO, y siempre observamos a otras parejas, que pudiendo estar juntas todos los días, no lo hacían, y nos preguntábamos 'cómo pueden?', pues estoy segura que fuimos un ejemplo a seguir para muchos, porque existe tanto amor, tan intenso, sin importar si fue una vida o 4 años, 4 meses y 10 días".
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