<p>El equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) conversa con migrantes que acampan en Kos.</p>
    <p>Asistencia en la frontera griega con la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM). </p>
  <p>Dos bebés sirios duermen cerca del Hotel Hara, cerca de la frontera griega con la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM). <br></p>
    Un grupo de alrededor de 150 sirios se lanza a cruzar la frontera griega con la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM).
    <p>Un refugiado afgano se prepara para los rezos vespertinos en el campo de Kara Tepe. </p>

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"Es inaceptable que los refugiados duerman a la intemperie"

Una experta de MSF da detalles de la ruta de los migrantes por los Balcanes
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19 de septiembre de 2015 a las 05:00

La isla griega de Lesbos recibe todas las semanas a unos 10.000 refugiados. Según los estándares de la Unión Europea, el gobierno debe darle alimento a esta gente mientras espera para ser registrada. Pero los griegos no tienen margen para esto y tampoco para dar refugio a las personas, más allá de los 900 lugares que ya están cubiertos desde hace meses.

Se acerca el invierno y la gente seguirá durmiendo a la intemperie antes de continuar con un viaje a pie que dura un mes y durante el cual se ve afectada su salud. La organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) trabaja en la zona desde 2014. Coordina acciones con Migraciones de Italia, realiza chequeos médicos en puntos de llegada y tránsito, y hace búsquedas y rescates en el Mediterráneo.

El Observador conversó con Constance Theisen, que está en Grecia y es responsable de Asuntos Humanitarios de Médicos Sin Fronteras en la ruta de los Balcanes.

¿En qué consiste el proyecto de MSF en los Balcanes?

Trabajamos en Grecia, Serbia y ahora en Hungría. En Grecia, estamos en dos islas adonde llega la gente: Kos y Lesbos. Kos es actualmente el tercer punto más transitado por los refugiados, Lesbos es la principal isla que recibe gente en estos momentos: todas las semanas llegan unas 10.000 personas. También estamos en Atenas, donde tenemos proyectos con víctimas de tortura. Y en la frontera con Macedonia, al norte, donde la gente se va del país y continúa su viaje por los Balcanes a través de Macedonia, Serbia, Hungría y luego Austria, Alemania y otros países europeos. Hacen este viaje caminando, en bus o en tren.

¿Cuál es la situación médica de los que llegan a Grecia y siguen caminando?

Los estándares de recepción de la Unión Europea establecen que cuando se llega a este territorio como refugiado o ilegal, tiene que recibirse un control médico. En Italia esto está organizado por el Estado pero en Grecia no lo hacen las autoridades. En las islas en las que estamos no podemos hacer un control de este tipo porque no vemos a todos los que llegan, pero sí damos atención médica a los que lo necesitan y acuden a nosotros. Trabajamos en campos de refugiados o en las plazas y parques donde duerme la gente por la noche.

Lo que vemos depende un poco de la época. En estos momentos comenzamos a ver enfermedades e infecciones respiratorias, que son un resultado directo de las condiciones de vida. Si hay que dormir a la intemperie en Turquía, Grecia, Macedonia o Serbia durante bastante tiempo, la gente se enferma porque está sobre el suelo frío.

También tenemos muchos casos de traumatismos o golpes. Varios de estos ocurren entre las multitudes: hay grandes cantidades de gente en las zonas donde se espera para ser registrado, hay movimientos de masas y la gente resulta golpeada. También hay casos de violencia policial. Hace dos semanas, en la isla de Lesbos en dos días tratamos a diez personas que nos dijeron que habían sido golpeadas por policías.

Y vemos enfermedades crónicas. Lo que está muy claro en nuestro proyecto en los Balcanes es que, si se compara la salud de los que llegan a las islas y la de esas personas cuando llegan a Serbia, cerca de la frontera con Hungría, la salud se ha deteriorado claramente. Esto es una señal clara de que el viaje definitivamente tiene un impacto en la salud.

¿Cuánto suele durar ese viaje?

Depende. Algunos lo hacen muy rápido y otros no tanto.

Siempre en las islas griegas quedan varados porque tienen que esperar a ser registrados por la policía y esto puede tardar tres días o diez, depende de la isla de la que se trate. Luego algunos van directamente a la frontera con Macedonia y cruzan la zona en un día. Luego atraviesan Serbia en dos o tres días y llegan a Hungría en un día y lo cruzan en un día más.

Pero otros paran en todos lados. Los que tienen familia, hijos chicos o personas mayores no van rápido, hacen paradas regulares. Primero frenan en Atenas, luego siguen, paran para descansar...

¿Y qué comen todo ese tiempo?

Es algo por lo que tienen que preocuparse porque el gobierno griego no organiza la distribución de comida. Según los estándares europeos, el país debería garantizar alimento en los puestos de recepción mientras los refugiados esperan para ser registrados. Pero aquí no lo hacen ni cuando esperan ni luego, salvo en uno o dos lugares.

Hay distribución de comida cuando hay activistas locales organizando algo. Y es muy lindo de ver, hay lugares donde la gente quiere ayudar, se organiza y entrega comida.

Llega el invierno, ¿creen que bajará el flujo de refugiados?

Hasta ahora en Grecia recibimos 258.000 personas en lo que va del año. Para ser setiembre, hay mucha gente llegando, tantos como en agosto.

En Grecia dicen que en invierno el mar se vuelve más duro y llega menos gente. Algunos no viajan con su familia porque saben que es más complejo y la dejan en casa. Pero aquellos que no pueden dejarla, igual viajan con ella.

Es cierto que todos los inviernos vemos una tendencia a la baja en los números. Pero este año para Grecia fue excepcionalmente alto, nunca vimos llegar tanta gente. En 2014 llegaron 42.000 personas en un año y ahora tenemos 258.000. Aun si el flujo es menor este invierno, igual va a ser mucho. Y siempre que haya una persona que tenga que dormir a la intemperie en invierno es inaceptable porque es una infracción a los estándares de la Unión Europea.

¿Qué tan duro es el invierno ahí?

Es definitivamente muy frío como para dormir afuera y no hay ningún otro lugar donde la gente pueda dormir.

En Kos el único lugar disponible para los migrantes era un hotel abandonado donde pusimos carpas, colchones, duchas y baños. Pero las autoridades lo cerraron, sacaron a todos y no les dijeron adónde ir. Esa gente está volviendo a nosotros a preguntarnos dónde pueden ir. Si esto ocurre en invierno, la gente tiene que dormir afuera y esto no es posible.

¿Todos viven afuera?

En Lesbos todos están a la intemperie, salvo 900 que viven en un refugio. Pero en Kos no hay ningún tipo de refugio. Estas semanas está llegando menos gente (unas 2.000 o 3.000 personas). No puede suceder esto en invierno.

Esta crisis saltó a los medios ahora, ¿pero cuándo comenzó?

Siempre hubo llegadas a la Unión Europea. Lo que cambia son las rutas. En años anteriores, España era punto de entrada, lo mismo que las fronteras terrestres entre Turquía y Grecia, donde la gente cruzaba por un puente. Pero en España construyeron muros y en Grecia hicieron un alambrado de púas en la frontera con Turquía. Cambiaron las rutas, ahora están llegando a Italia y Grecia por mar. Y definitivamente han cambiado también las cantidades, que aumentaron a fines del año pasado.

¿Desde cuándo MSF está en esta crisis?

Desde 2014, en Grecia, el Mediterráneo y Serbia.

¿Hay algo que le haya impactado más?

Tenemos historias todos los días, todos tienen historias diferentes. Estos días nos estamos reuniendo con gente de MSF en Siria. Tuvimos que cerrar ahí porque las condiciones de seguridad ya no estaban garantizadas y los que allí estaban vienen ahora para aquí. Es una reunión agridulce: es muy lindo ver gente que ya conoces, aunque es muy triste porque son personas que se tuvieron que ir de su país pese a que estaban trabajando a pleno allí, luchando, creyendo que podían hacer algo.

Los que llegan a Grecia ahora son en un 70% sirios. La guerra de ese país es definitivamente la principal razón para los movimientos de gente que vemos por estas fechas en Grecia. En términos estadísticos, nunca hemos visto tantas familias. En años anteriores se trataba principalmente de hombres, pero ahora hay muchas mujeres y niños, y niños muy chicos.

¿Ven niños solos?

Sí. Y según normas de la Unión Europea, cuando se ve un niño sin compañía el procedimiento implica identificarlo y derivarlo a un refugio especial para que no esté detenido con adultos o en refugios con ellos. El tema es que en Grecia estos lugares están todos repletos, tienen 1.000 o 2.000 plazas y se colmaron. Si la policía los identifica oficialmente, se ve obligada a ubicarlos en detención a la espera de que puedan ser enviados a estos refugios. Como los policías no quieren esto, no los identifican. Por eso los chicos no reciben una ayuda especial y tampoco hay números precisos.

Constance Theisen MSF
Constance Theisen es responsable de Asuntos Humanitarios de MSF en el proyecto de los Balcanes.

Constance Theisen es responsable de Asuntos Humanitarios de MSF en el proyecto de los Balcanes.


Constance Theisen es francesa y tiene 30 años. Trabaja con Médicos Sin Fronteras desde hace cuatro, y en 2014 llegó a la región de los Balcanes, donde se desempeña como responsable de Asuntus Humanitarios de la organización.

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