En el Partido Comunista (PCU) hubo quienes, al igual que Héctor Amodio Pérez en el MLN, entregaron a compañeros a cambio de su libertad, a pesar de lo cual nunca respondieron ante la Justicia, según se desprende de una carta del periodista y ex militante comunista Hugo Machín que se publica en el semanario Búsqueda.
Machín sostiene que "el caso Amodio únicamente puede analizarse desde la óptica de los derechos humanos universales e inalienables, interdependientes e indivisibles y no discriminatorios. Quienes defienden los derechos humanos vulnerados a personas de su partido, abstenerse. No aplican".
"Amodios hubo varios y no solamente en el MLN", sostiene Machín
Recuerda que hubo oleadas de represión militar contra el PCU en los años 75/76; 1977; 1989; 1981/82 y 1983.
"En cada una de esas instancias hubo integrantes del PCU que entregaron a sus compañeros. No se trata ahora de cuantificar con criterio de debe y haber, ni de subestimar el inmenso sufrimiento de la mayoría de los miles de uruguayos víctimas del terrorismo de Estado que se mantuvieron firmes ante la tortura y soportaron muchos años de dura prisión", añade.
"Pero si de estrados judiciales es el asunto ¿por qué unos sí y otros no? ¿Pueden los jueces diferenciar el grado de responsabilidad en la violación de derechos humanos que les cupo a quienes, bajo tortura o no, entregaron a compañeros de militancia a las salas de tormento?¿Poseen un torturómetro como para discernir hasta qué punto alguien que colaboró con las fuerzas conjuntas de entonces es un violador de derechos humanos?", se pregunta.
Y agrega: "Si bien esa calificación es evidente en los ejecutores de cualquier tipo de tortura o abuso sobre un semejante, no lo sería menos quien señaló y/o condujo a los represores hasta quienes debían ser torturados".
"¿Que lo hizo bajo presión es la diferencia? Y Amodio ¿no habrá sido coaccionado? (...) ¿Investigarán los jueces las razones por las que en el PCU hubo traidores oficiales y no oficiales para luego discernir si les cabe la misma tipificación que hoy se reclama para Amodio?", vuelve a preguntarse.
Machín recuerda que en 1981 vivió personalmente la peripecia de la detención de numerosos militantes que fueron torturados en la Tablada.
"Hubo por lo menos dos detenidos que, a cambio de la información que proporcionaron, recibieron un trato especial, no fueron procesados por la justicia militar e incluso uno de ellas salió en esa época al exterior. Desde 1985 han vivido en Uruguay. El PCU no les hizo cuestión jurídica salvo, supongo, la prohibición de que lo integren", dice Machín.
Y vuelve a preguntarse: "¿Será que los jueces de hoy indagarán en aquellos entregadores de ayer para saber qué pasó con esos tres detenidos desaparecidos? ¿Convocarán a los dirigentes comunistas de ayer y hoy para que aporten datos sobre otros entregadores de militantes? (...) ¿Estamos ante un nuevo caso en que lo político se coloca por encima de lo jurídico?".
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