El pasado 12 de abril, el diario Washington Post publicó que el FBI se había contactado con los piratas informáticos, que hallaron un defecto de software no conocido hasta entonces y facilitaron la información a los agentes para que estos creasen una pieza de hardware que les permitió acceder al teléfono.
El método permitió a los investigadores flanquear el código personal de cuatro dígitos sin activar un mecanismo de seguridad usado por
Apple, fabricante del dispositivo, que hubiese eliminado todo el contenido del teléfono en caso de introducir códigos incorrectos más de 10 veces.
El FBI logró así acceder al teléfono de Rizwan Farook, responsable junto a su esposa Tashfeen Malik de la muerte de 14 personas en diciembre del año pasado en
California, después de un largo litigio legal y de que Apple se negase a prestar su ayuda en la investigación.
La compañía alegó que, de acceder a la demanda del gobierno, ponía en riesgo la privacidad de todos sus dispositivos.