Para el fiscal de Corte,
Jorge Díaz, es sencillo de comprender: "A mí me enseñaron desde chico que la plata se deposita en un banco o en el colchón en el peor de los casos". El comentario hacía referencia al
Cambio Nelson y fue realizado al principio de su ponencia durante el seminario "Compliance Day: transparencia fiscal y prevención del lavado de dinero", organizado por el estudio jurídico Brum & Costa ayer martes 21.
"Yo por las dudas me traje una especie de recordatorio para que le quede claro a todos los presentes como si fueran niños de 4 años, que los cambios no hacen captación masiva de ahorros. Yo creía que en el Uruguay de hoy eso estaba absolutamente claro. Parece que a la luz de los últimos acontecimientos, eso no estaba del todo claro y un cambio por lo menos hacía captación masiva de ahorros", dijo ni bien comenzó su presentación, que se centró en el rol de la Justicia de Crimen Organizado con el nuevo Código del Proceso Penal (CPP), que se pondrá en marcha en su totalidad a partir del 16 de julio de este año.
"Parece ser que hay profesionales universitarios del derecho que no saben que en un cambio no se deposita plata" - fiscal de Corte, Jorge Díaz, sobre el Cambio Nelson
El fiscal de Corte criticó el accionar del
Banco Central del Uruguay por considerar que no hubo suficientes controles para evitar que el cambio -ahora investigado a nivel judicial y policial- operara como un banco, cuando no puede hacerlo. "Si dispone de recursos para controlar que en una pequeña ciudad del interior alguna estación de servicio realice un cambio de moneda de US$ 100 y a multar por eso, deberían tener los recursos para controlar a un cambio en el principal balneario de este país que está realizando una actividad financiera que es ilícita, dijo y agregó: "Hay una investigación en curso. Veremos hasta dónde llega. Ahora rige el principio de presunción de inocencia. Pero en este país siempre pasa lo mismo: el día después todos sabíamos lo que había, el día antes nadie sabe nada. Ahora empieza la caza de brujas".
Díaz aclaró que operar como un banco sin serlo no es un delito, sino que tiene una sanción económica.