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Frutas y verduras de la quinta a la cocina

Una familia de granjeros de Melilla encontró la forma de convertir un problema en una completa feria en las afueras de Montevideo
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14 de agosto de 2017 a las 05:00
Por Gabriela Viera, especial para El Observador

Un galpón típico de campo, grande, de techos altos, simple y rústico, hace las veces de lugar de exposición. Gigantes cajones llenos de frutas y verduras dan la bienvenida a los visitantes. Es La Granjera, el emprendimiento que un grupo de productores abrió en Melilla para vender fruta y verdura de estación fresca, recién cosechada, directo al público.

Entrar es encontrarse con todas las opciones posibles: manzanas, limones, membrillos, choclos, lechuga, acelgas, zapallitos, mucho color, aromas y un universo que invita a llenar las bolsas con esos manjares simples pero necesarios en todo hogar.

Carteles anuncian los precios y los productores colocan algunos fardos a modo de asiento a la entrada y en el predio de acceso, ideal cuando el cliente quiere hacer una pausa. El lugar estaba lleno de gente; todos habían llegado a través del boca a boca, las redes o gracias a algún amigo que les había recomendado el sitio en el que, a pocos minutos de Montevideo, se pueden adquirir alimentos sanos, frescos y baratos, directo del productor a la mesa.
Directo de la tierra a la mesa, La Granjera propone una experiencia para conseguir compartir y respetar lo que comemos

Es una forma también de revalorizar el contacto con lo que se come, con los alimentos y con la producción sana, de calidad. La Granjera captó sin querer esa necesidad y ofreció algo que estaba faltando.
La Granjera
Las manzanas fueron el comienzo de La Granjera, ante un exceso de producción
Las manzanas fueron el comienzo de La Granjera, ante un exceso de producción

Comenzó en febrero, con una familia que abrió su granja cada domingo para la venta de frutas. Tuvieron tanto éxito que debieron hacer cambios y se sumaron a la propuesta los días sábados y los feriados.
Agregaron, además, otras variedades de frutas y verduras a la oferta y reunieron a otros granjeros que también ofrecen allí algo de su producción. Hoy venden incluso lo que generan otros pequeños productores de la zona, como miel, queso, algún licor y conservas.

Es, además, un plan ideal para salir de la ciudad, pasear con los niños o la familia, y aprender un poco más del entorno y del trabajo de una familia rural montevideana, que a través de su cosecha ofrece una alternativa a las grandes superficies u otras formas de venta.

Oportunidad en la crisis

La Granjera
Los clientes aprovechan la ida hasta Melilla y se llevan cajones repletos
Los clientes aprovechan la ida hasta Melilla y se llevan cajones repletos

Detrás de esta historia está la intuición, el empuje y las ganas de salir adelante de una mujer, su familia y una "baja en las ventas" que hizo que se replanteara el negocio. Esa crisis fue el origen de algo inesperado. Marcela Arrechea proviene de una familia de Sayago, su esposo –Raúl Vola– es de Melilla, y la familia Vola, granjeros de toda la vida.

Desde siempre el sustento familiar ha sido la granja, además de un negocio de ropa que Arrechea fue armando en su barrio. Pero a principios de 2017, una disminución en la venta de frutas de la granja y los precios bajos preocuparon a la familia y pusieron su economía doméstica en aprietos. Tenían muchísimas manzanas, exceso de producción que no se lograba colocar en el mercado y por lo tanto mucha angustia y problemas.
"Permitimos que la gente se atienda sola, cada uno elige sus frutas y verduras y las pone en una bolsa y luego va a la caja. Ese trato directo con la mercadería también es algo importante, cada uno elige lo que lleva" -Marcela Arrechea, creadora de La Granjera
Arrechea le propuso a su esposo entonces ofrecer manzanas baratas y de calidad a las madres del colegio de sus hijos, a ver si lograba vender algo. Mandó un mensaje a esas madres a través de WhatsApp y el celular no dejaba de sonar. La rueda había empezado a girar y Arrechea contestaba cada vez más pedidos, sorprendida porque parecía que todos querían manzanas.

Al otro día tuvo que organizar su día porque ellos mismos tenían que entregar los pedidos. Cada vez eran más, y también le pedían a través de Facebook. Arrechea y su familia pasaron días entregando manzanas y llevando pedidos. El precio, la calidad y la producción en exceso hizo que hubiera frutas para todos.

Como los pedidos siguieron creciendo y no podían responder a todas las entregas, e incluso el boca a boca hizo que muchos que no conocía le encargaran frutas, la familia decidió abrir las puertas de la chacra los domingos para que la gente pudiera acercarse a comprar. El emprendimiento fue bautizado como La Granjera.
La Granjera
Recientemente incorporaron paseos en pony para niños, como parte de un plan familiar
Recientemente incorporaron paseos en pony para niños, como parte de un plan familiar

Lo anunciaron en Facebook, acondicionaron el galpón y desde temprano toda la familia estuvo trabajando para el nuevo emprendimiento. Colocaron carteles e hicieron una improvisada barra para refrescos. Desde la mañana la chacra se llenó de gente, y fue tanto el éxito que en las primeras horas hubo largas colas para pagar y los granjeros tuvieron que organizarse en la marcha para poder atender a todos.

"Todo es un aprendizaje, aún no podemos creer lo que pasó, desde ese domingo tratamos siempre de mejorar en algo y la gente misma nos da ideas o nos sugieren cambios para que todo salga mejor", dijo Arrechea. Luego debieron abrir también los sábados y los feriados y sumaron a otros productores que cultivan cosas que ellos no.
"Toda la familia trabaja, incluso vecinos o amigos nos ayudan" - Marcela Arrechea, creadora de La Granjera
"Cada fin de semana aprendemos algo nuevo y vamos solucionándolo escuchando a la gente", señaló.
La idea superó ampliamente las expectativas y hoy La Granjera es una empresa formalmente inscrita. "Toda la familia trabaja, incluso vecinos o amigos nos ayudan", dijo la emprendedora.

Llega gente de todos lados, incluso del interior, que van exclusivamente a hacer un paseo y a comprar frutas y verduras.

"Hay una vuelta a las raíces, a revalorizar eso", consideró Arrechea. Como para ellos la tierra, la cosecha y el ver los frutos a su alrededor es algo cotidiano, a veces pierden la perspectiva de que para otros no es algo usual, y que brindar esa posibilidad es algo que tenía un público que lo estaba buscando.
La Granjera
Los precios en la granja son menores que en supermercados
Los precios en la granja son menores que en supermercados

"Acá han llegado niños que nunca habían visto una manzana en un árbol", contó. "Permitimos que la gente se atienda sola, cada uno elige sus frutas y verduras y las pone en una bolsa y luego va a la caja. Ese trato directo con la mercadería también es algo importante, cada uno elige lo que lleva". Ir a La Granjera es una experiencia que cambia la relación del consumidor con los alimentos, con la compra de ellos, es una experiencia que acerca a los ingredientes de la mesa. Es compartir, conectarse con la tierra, con la gente que trabaja en ella. Es conectarse con esas personas que hacen posible comer sano y rico. Es conectarse con la esencia. En estos días La Granjera anunciaba en sus redes que las frutillas se agotaron, pero su idea sigue siendo la "frutilla de la torta" que hizo de la crisis un éxito.

Actividades al aire libre para los niños


La Granjera se encuentra en pleno campo, rodeada de verde. Se puede ver y vivir por un rato el entorno de donde salen los alimentos, conocer quién lo siembra, quién lo produce y cómo. Debido a que la idea fue tomando forma casi sin querer, Marcela Arrechea y su familia se vieron obligados a sumar otras novedades. Ahora hay ponys, actividades de recolección para los niños en fechas puntuales o incluso la posibilidad de probar una buseca o un guiso que Arrechea prepara los días en que el buen tiempo lo permite.

Cómo llegar
La Granjera
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Ubicada en camino Seré 2880, lo mejor para ir desde el Centro de Montevideo es tomar la ruta 5, doblar en camino La Redención y luego tomar camino Seré.

Más allá de las frutas y verduras
La Granjera
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Vinos, miel, quesos, licores y conservas son algunos de los productos que provienen de la zona y que ha incorporado La Granjera en el último tiempo.

Para visitar La Granjera se debe llegar sin apuro, con la consigna de disfrutar del paseo y la experiencia. Está abierta los sábados y domingos de 9 a 17, así como los feriados. En primavera se ampliará el horario.

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