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Fue a prisión Marcelo Odebrecht, empresario vinculado con el escándalo de Petrobras

El titular de la constructora Norberto Odebrecht fue condenado a 19 años de cárcel por lavado de dinero, asociación criminal y corrupción
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09 de marzo de 2016 a las 05:00
El escándalo de Petrobras en Brasil continúa generando consecuencias para sus involucrados y la Justicia brasileña sigue cosechando los frutos de una investigación que la semana pasada llevó al expresidente Lula da Silva a declarar. En este caso, el empresario Marcelo Odebrecht, uno de los más poderosos de Brasil, fue condenado ayer a 19 años y cuatro meses de cárcel por corrupción, lavado de dinero y asociación criminal en el fraude a la petrolera. En total, se acusa a Odebrecht de 11 delitos de corrupción activa y 50 de lavado de dinero.

Además de él, recibieron condenas adicionales otros directivos de la petrolera estatal anteriormente detenidos.

Odebrecht se encontraba en prisión desde hace nueve meses, a la espera de que la Justicia resolviera su condena. Hasta diciembre del año pasado fue el presidente de la constructora Norberto Odebrecht, perteneciente al Grupo Odebrecht, y estuvo involucrado en el desvío de más de US$ 2.000 millones de Petrobras.

La sentencia del juez Sergio Moro señala que la empresa de Odebrecht, junto con otras empresas contratistas del país, "habrían formado un cartel a través del cual, en arreglos previos, habrían frustrado sistemáticamente las licitaciones de Petrobras para la contratación de grandes obras a partir del año 2006".

El juez Moro aseguró en su fallo que las pruebas llevan a la conclusión de que "hubo ventaja indebida, o sea, sobornos, pagados por el grupo empresarial (Grupo Odebrecht) a los agentes de Petrobras" porque "no fue identificada ninguna causa lícita para esas transferencias".

Según el magistrado, los pagos ilegales hechos por la compañía a funcionarios de Petrobras contabilizaron en total 108,8 millones de reales (unos US$ 28,7 millones) más otros US$ 35 millones.
En la sentencia, Moro explicó que existió fraude en las licitaciones seguidas de pagos de propinas en las obras de las refinerías Presidente Getúlio Vargas en el estado de Paraná, Abreu y Lima en Pernambuco, en el Complejo Petroquímico de Río de Janeiro y en el contrato de suministro de combustible procedente de Petrobras para Braskem, empresa controlada por Odebrecht, según Folha de São Paulo.

El grupo Odebrecht está presente en 23 países y es uno de los conglomerados más poderos de América Latina. El grupo funciona como un conglomerado empresarial de ingeniería e infraestructura, que antes de que se destapara el escándalo de Petrobras facturaba cerca de US$ 40 millones anuales.

La condena del empresario se enmarca en la operación Lava Jato (lavadero de autos), que ha develado una trama donde grandes constructoras sobornaban a directivos de Petrobras apadrinados por partidos políticos para manipular las subastas y cobrar sobreprecios en las obras.

La investigación ha conseguido información muy valiosa a través de las llamadas "declaraciones premiadas", que garantizan una reducción de la pena a aquellos detenidos que colaboren con la Justicia. A través de este método, se pudo saber que los excedentes de esas maniobras financieras se repartían luego entre distintas personas y miembros de partidos políticos, sobre todo del Partido de los Trabajadores (PT), el partido oficialista.

La procuraduría de la República definió el caso como un sistema de desvío de dinero que "beneficiaba a empresas que se enriquecían a costa del Estado, directivos de Petrobras que vendían favores, lavadores profesionales de dinero que pagaban sobornos y políticos y partidos que sustentaban a los directivos de Petrobras y a cambio recibían la mayor parte de los sobornos, que los enriquecían y financiaban sus campañas".

Brasil agrega así otro elemento que caldea aun más el clima político, que se suma a la detención de Lula da Silva la semana pasada, episodio que ha contribuido todavía más a la desestabilización del gobierno de su pupila, Dilma Rousseff.

La presidenta de Brasil enfrenta dos procesos que pueden dar por terminado su gobierno de forma anticipada y que son impulsados por una oposición en guerra abierta contra el oficialismo.

Además de Odebrecht, la causa llevó a la detención de directivos de otras grandes constructoras, como Camargo Correa o Andrade Gutierrez, el exjefe de gabinete del gobierno de Lula da Silva José Dirceu, el extesorero del PT João Vaccari. Además, hay decenas de legisladores con cargos de vigencia actual en la mira de la Justicia.

Dilma en jaque político

Dilma Rousseff enfrenta problemas por varios frentes. Por un lado, enfrenta en el Congreso un proceso de juicio político por supuestamente maquillar las cuentas públicas, mientras la máxima corte electoral estudia si su campaña a la reelección tuvo financiación ilegal. Por el otro lado, la oposición ha jugado todas sus cartas a llevar la lucha a las calles, donde la aprobación de la presidenta es del 11%.

(Basado en AFP)

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