Fueron para hacerlo callar y se volvieron con un arsenal

Por casualidad. Así la Policía encontró en un apartamento de un edificio de la calle Cabrera casi Felipe Sanguinetti, en La Unión, un arsenal de 29 armas de distinto calibre y más de 450 municiones.

Lejos de una investigación con tareas de inteligencia, el armamento fue hallado de forma casual cuando policías de la seccional 15ª concurrieron a la vivienda ante una denuncia por ruidos molestos efectuada por vecinos del edificio. Cuando los policías llegaron al lugar, el dueño de casa —un subcomisario retirado de 63 años— abrió la puerta exhibiendo un arma, pensando que quien había tocado el timbre era uno de sus vecinos.

Enseguida, los policías interrogaron al hombre y el tema, que se había iniciado por una simple denuncia por ruidos molestos, tomó otro tenor. Y más aún cuando los policías, habilitados por la Justicia, allanaron el apartamento y encontraron un total de 29 armas, algunas completas y otras en partes. Parte de las armas son de gran poder de fuego, como ametralladoras y fusiles, según informaron El Observador fuentes vinculadas al caso.

Además, junto con las armas, en el apartamento del subcomisario retirado se ubicaron más de 450 municiones en condiciones de ser utilizadas, según el relevamiento que por orden del juez penal José María Gómez realizó en el lugar el Servicio de Material y Armamento del Ejército.

El subcomisario retirado no contaba con la autorización necesaria para tener en su casa ni las armas ni las municiones y por eso el juez Gómez, a pedido de la fiscal Mónica Ferrero, decidió ayer su procesamiento sin prisión por tenencia no autorizada, figura regulada en el artículo 10 de la nueva ley sobre tenencia y porte de armas aprobada en agosto del año pasado (19.247).

El delito no prevé una pena de prisión sino que permite sanciones económicas con una multa que puede llegar hasta las 1.000 Unidades Reajustables

($ 811.000). La figura permite, además, la incautación de todas las armas encontradas. El expolicía alegó al juez ser coleccionista, pero nunca se registró como tal.

En marzo, en el marco de un allanamiento en una vivienda del barrio Ituzaingó, la Policía ubicó dos pistolas, municiones y cartuchos de distinto tipo. Fueron detenidos dos hombres (un expolicía y un exmilitar) a quienes en primera instancia la jueza del caso, María Elena Mainard, liberó mientras esperaba recibir pruebas complementarias.

La decisión de la jueza fue cuestionada por el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, que reclamó los procesamientos con prisión de los dos indagados. "Existe una Ley de Armas que indica que el solo hecho de tener armas no autorizadas es factor clave (para constituir un delito)", dijo el secretario de Estado. "Si todos estos actores no se ponen en línea, tenemos problemas", criticó Bonomi.

La indagatoria judicial siguió su curso y hace algunas semanas, la jueza Mainard, a pedido del fiscal Ariel Cancela, dispuso el procesamiento sin prisión del militar retirado que estaba siendo investigado. La imputación fue sin reclusión preventiva dado que si bien el acusado tenía antecedentes por tenencia irregular de armas, por su antigüedad habían perdido vigencia.