Gobierno busca “unidad” en la educación ante críticas cruzadas

El sistema educativo está en “crisis” –según el gobierno– porque no se consigue que más gente estudie, que los alumnos quieran quedarse en los centros de enseñanza, y que los que se quedan, obtengan mejores resultados. Ante todo ese panorama y para que el barco de la enseñanza no naufrague, la administración de José Mujica procura algo más que un acuerdo con la oposición política como se lo propone para dentro de 30 días. Intentará, sobre todo, lograr unificar una política hacia la interna, algo que no parece fácil sobre todo si se toma en cuenta que desde hace más de 15 años este punto es el único en el que no hay acuerdo en los congresos frenteamplistas que definen los programas de gobierno.

El episodio en el liceo Bauzá y las repercusiones que este tuvo en los últimos 15 días, dejaron en evidencia que ni en la interna del gobierno ni en el Frente Amplio existe un consenso cuando se trata de gestionar el sistema de enseñanza.

La directora de ese liceo, Graciela Bianchi, anunció días atrás que el centro de estudios que dirige iba a “sacudir la modorra” del sistema educativo uruguayo. Pero hasta el momento lo que se vio sacudido fue la interna del oficialismo, en donde las críticas se lanzaron de un lado para otro.

Frente a esto, el director de Educación del Ministerio de Educación (MEC), Luis Garibaldi, dijo a El Observador que es hora que el oficialismo se llame a una “PPU: profunda y prolongada unidad” para llevar adelante los cambios acordados en la ley aprobada el año 2008.

En declaraciones publicadas ayer por el semanario Búsqueda, el jerarca del MEC dijo que en el FA “hay algunos que funcionan como oposición en la educación”, y que en la ANEP “hay gente que juega en contra” de los avances en la educación.

Garibaldi sostiene que el debate educativo que debería dar el oficialismo para concretar cambios “se está degradando”. “No pasa por si tenemos o no tenemos más o menos guardias 222. El problema de la seguridad es en todos lados, no solo en la educación, y cuando se habla solo de eso se está simplificando la discusión”, indicó.

Dos visiones
Bianchi acusó a las autoridades de la educación de trabajar con “desidia”, y dijo que por eso un director de liceo “puede hacer casi lo que quiere”. Sus dichos alusivos a la necesidad de autonomía en los centros de Secundaria le valieron los aplausos y el apoyo del presidente José Mujica y el vicepresidente Danilo Astori.

Desde Secundaria se llamaron a silencio durante días. Pero ayer, el consejero Daniel Guasco dijo que la directora está siendo “usada” políticamente por los sectores afines al vicepresidente Danilo Astori, a quien acusó de estar en “alianza clara con la derecha política”, según declaró a radio La30.

Según Guasco, Bianchi “tiene el respaldo de unos (por el astorismo) y la oposición de otros (por el MPP y los comunistas)” dentro del gobierno. Dijo que lo ocurrido en los últimos días entorno al Bauzá mostró un “enfrentamiento entre fracciones políticas” del oficialismo.

El astorismo lanzó una dura crítica a las actuales autoridades. “Es urgente y necesario conformar equipos innovadores con un marcado espíritu de liderazgo, capaces de idear, diseñar y llevar a adelante las transformaciones imprescindibles”, advirtió en una declaración el Frente Líber Seregni.

Además, esta coalición de sectores sostuvo que “es momento de que el Frente Amplio asuma una profunda autocrítica sobre lo que han sido sus siete años de gobierno de la educación”. Dice que “se ha contado con mayorías parlamentarias, se han introducido importantes cambios legales y se volcaron volúmenes históricos de recursos económicos, pero los problemas continúan y son complejos”.

El malestar por las declaraciones de Bianchi lo hizo evidente, aunque en silencio, el número tres del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y dirigente de la CAP-L, Pablo Álvarez, al difundir en su perfil de la red social Facebook un video de la docente amonestando a un grupo de estudiantes del liceo.

Lo hizo en su calidad de “ciudadano común”, según dijo la subsecretaria del MEC, María Simón, quien salió a separar el accionar de Álvarez de una acción oficial de la cartera. Ayer El Observador se contactó con Álvarez y el jerarca no quiso hacer declaraciones.

El presidente Mujica fue consultado ayer por la prensa acerca de este episodio, pero le restó importancia. “La gente hace cosas”, dijo. Sin embargo, El Observador pudo saber que el tema será tratado en el MEC una vez que el ministro Ricardo Ehrlich regrese del exterior.