Gobierno invertirá US$ 1.000 millones para viabilizar nueva planta de UPM

Hace 10 años, el presidente de la República, Tabaré Vázquez, enfrentaba uno de los peores conflictos diplomáticos de Uruguay: la crisis con Argentina por la instalación de dos plantas de celulosa. El mandatario se mantuvo firme durante su primera presidencia con un objetivo claro: las pasteras serían beneficiosas para Uruguay y por tanto, debían instalarse.

Con dos plantas en funcionamiento sobre los ríos limítrofes con Argentina, ayer el presidente Vázquez se sacó otro gusto al anunciar los acuerdos del gobierno con la empresa UPM para facilitar la instalación de una tercera fábrica, la segunda pastera de esa empresa.

"El gobierno nacional está decidido a trabajar en este proyecto", dijo el presidente en una conferencia de prensa en la residencia de Suárez. Vázquez señaló que la obra implicará una inversión de US$ 4.000 millones por parte de UPM y unos US$ 1.000 millones del Estado uruguayo. "En total serán US$ 5.000 millones. Esto no tiene antecedentes en la historia económica del país", agregó.

"Para el gobierno nacional es muy importante desarrollar este emprendimiento. Es una obra grande que hace la empresa", dijo. Entre puestos directos e indirectos, se generarán 8.000 empleos durante la etapa de construcción.

El jueves, el Consejo de Ministros recibió a representantes de la empresa y allí terminaron de acordar determinados elementos que cierran la primera de tres etapas que permitirán que en la próxima década la planta empiece a operar.

Uno de los elementos son las obras de infraestructura que UPM puso como condición. Según explicó Vázquez, los elementos de infraestructura son tres: construcción y reparación vial, obras ferroviarias y reacondicionamiento del puerto.

Esas obras serán financiadas por el Estado, salvo algunas en el puerto de Montevideo que serán responsabilidad de la compañía.

Vázquez dijo que las obras viales implicarán que el Estado tenga que reparar unos 220 kilómetros de rutas, entre caminos rurales y nacionales. Son importantes estas obras para la llegada de la materia prima a la fábrica. "Habrá que bituminizar 220 kilómetros de ruta", dijo. Las obras ferroviarias serán para sacar la pasta hacia el puerto.

Vázquez destacó que el puerto ya tiene un canal de salida de 14 metros. "Ya se están realizando tareas de acondicionamiento, pero habrá que tener un dragado permanente para barcos de gran calado", dijo. Habrá que realizar inversiones por US$ 85 millones. "UPM mostró intención de participar en estas obras", dijo.

El Poder Ejecutivo conformará con la empresa tres mesas de trabajo: una sobre medioambiente, que será liderada por la ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Eneida de León, otra sobre vínculos laborales, a cargo del ministro de Trabajo, Ernesto Murro, y la tercera sobre las obras de infraestructura, encabezada por el director de la OPP, Álvaro García.

El presidente señaló que prevé que la piedra fundamental de la fábrica se coloque a mediados de 2018. Si se avanza, la planta se instalará sobre la cuenca del río Negro, aunque aún no está definida la zona exacta. Se estima que su producción duplique la de la actual planta de UPM en Fray Bentos, que procesa 1,3 millones de toneladas de celulosa al año. El gobierno aspira a que gran parte de los US$ 1.000 millones en infraestructura a cargo del Estado sean concretados a través de inversiones privadas.

Otros aspectos a conversar con UPM son los relativos al cuidado del medio ambiente y la seguridad de los trabajadores. Hasta el momento no se han constatado daños en el río Uruguay que no estuvieran previstos por la planta de Fray Bentos, dijo Vázquez. El mandatario aseguró que al instalarse en "el corazón del país", no habrá inconvenientes con los países vecinos, como sucedió con Argentina en el pasado.

De todas formas, advirtió: "El país es soberano, saben que hemos defendido la soberanía del país en todos los terrenos. La decisión es claramente del pueblo uruguayo", subrayó.