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Gusto con tradición milenaria
Levi Shemtov administra Brooklyn Pizza, un local de comida kosher instalado en Punta del Este que atrae a comensales judíos y veraneantes esteños por igual
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16 de enero de 2016 a las 05:00
En su trabajo, Levi Shemtov es interrumpido varias veces en el día. Usualmente, no se trata de una llamada de urgencia o un memo que debe ser respondido inmediatamente. En cambio, tiene que revisar huevos. Específicamente, detectar que las yemas no tengan sangre. Shemtov es el encargado de Brooklyn Pizza, una pizzería ubicada en el Punta Shopping que cuenta con la particularidad de ser un local de comidas kosher. Por lo tanto, precauciones como la de revisar huevos deben tomarse constantemente para cumplir con los requerimientos de las leyes alimentarias de la religión judía. "En los últimos cuatro años solo he encontrado dos", asegura un poco decepcionado Shemtov.
Hijo de judíos estadounidenses, Shemtov nació en Uruguay una vez que su madre y su padre, el rabino Eliezer Shemtov, fueron encomendados desde la organización judía Chabad-Lubavitch a emigrar desde el barrio de Crown Heights, en Brookkyn, a un país en América del Sur. Así es que en 1985 se instalaron en Montevideo y luego en Maldonado, donde actualmente la familia Shemtov realiza trabajo comunitario en sinagogas en los dos departamentos.
Con otros cinco hermanos, creció entre Montevideo, Maldonado y Nueva York. A partir de los 13 realizó los estudios judaicos en una escuela en Brooklyn. Al igual que su padre, Shemtov alcanzó el título de rabino. Hoy, como dueño de una pizzería en Punta del Este, no tiene tiempo ni deseos para ejercer como tal.
Con la idea de realizar una acción en favor de la comunidad judía e impulsado por su familia, Shemtov decidió abrir un local de comida kosher que funcionara como cualquier otro establecimiento gastronómico.
Se instaló en un pequeño local al costado del shopping de Punta del Este en 2012, inicialmente llamado Jalaví, que refiere a los alimentos lácteos. Según contó Shemtov, una de las mayores problemáticas cuando abrió fue conseguir queso kosher en Uruguay para utilizar en las pizzas, ya que su proceso debe ser supervisado por un rabino. La solución, explicó, fue realizar el suyo propio. Con los años se asociaron con la empresa Talar con la que hoy partidas de queso muzzarella, dambo y recientemente sumaron su propio dulce de leche.
Al principio el menú consistía solo en pizzas y helados, pero con el tiempo han adherido pescados, pastas y postres. Con la ampliación de la carta también vino un cambio de nombre. Tras probar una nueva sucursal en La Barra con el nombre de Brooklyn, administrado por su hermano, Shemtov decidió llevarse el nombre a la sede central en el shopping. "Era un nombre más atractivo y era también un homenaje a nuestro lugar de procedencia, donde también vivían mis abuelos", señaló.
Más allá de su procedencia, son pocos o casi niguno los detalles que indican la calidad kosher de los alimentos para los comensales que desconocen sobre estas leyes judías. Con una estética y presentación apoyada de los lugares de comida rápida, Brooklyn funciona como cualquier otra pizzería. Son los pequeños detalles, como los carteles en hebreo o un rincón con varias kipás para quien las necesite, que develan su origen religioso. La prueba de ello está en las fotos que temporada a temporada Shemtov cuelga sobre las paredes, donde visitantes judíos y no judíos posan con una sonrisa.
"Hubo hace muchos años pero luego ya no se encontraba nada", señaló Shemtov al hablar sobre lugares de comida kosher en Maldonado. "Las personas judías que no son ortodoxas también deciden comer kosher y se siente cómodas al entrar a un lugar como cualquier otro, no en una sinagoga", comentó.
Shemtov indicó que las precauciones que se deben tomar para seguir las leyes del kashrut son muchas, aunque se animó a nombrar algunas. La harina y la verdura, por ejemplo, no pueden tener rastros de insectos, por más pequeños que sean. Las salsas también pueden ser problemáticas, ya que sus colorantes pueden tener ingredientes no kosher. El horno, ya sea eléctrico o a leña, debe ser prendido por una persona judía antes de empezar a cocinar, por ejemplo.
Brooklyn Pizza, que figura en el libro Everyday Secret Restaurant Recipes: From Your Favorite Kosher Cafes, Takeouts & Restaurants con otros lugares kosher de todo el mundo, también se diferencia de otros lugares de Maldonado con su plato principal. En lugar de hacer pizza por metro, la realiza al tacho. "Eso no tiene ninguna explicación religiosa", explicó Shemtov. "Es porque nos queda más rica".
Hijo de judíos estadounidenses, Shemtov nació en Uruguay una vez que su madre y su padre, el rabino Eliezer Shemtov, fueron encomendados desde la organización judía Chabad-Lubavitch a emigrar desde el barrio de Crown Heights, en Brookkyn, a un país en América del Sur. Así es que en 1985 se instalaron en Montevideo y luego en Maldonado, donde actualmente la familia Shemtov realiza trabajo comunitario en sinagogas en los dos departamentos.
Con otros cinco hermanos, creció entre Montevideo, Maldonado y Nueva York. A partir de los 13 realizó los estudios judaicos en una escuela en Brooklyn. Al igual que su padre, Shemtov alcanzó el título de rabino. Hoy, como dueño de una pizzería en Punta del Este, no tiene tiempo ni deseos para ejercer como tal.
Con la idea de realizar una acción en favor de la comunidad judía e impulsado por su familia, Shemtov decidió abrir un local de comida kosher que funcionara como cualquier otro establecimiento gastronómico.
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Se instaló en un pequeño local al costado del shopping de Punta del Este en 2012, inicialmente llamado Jalaví, que refiere a los alimentos lácteos. Según contó Shemtov, una de las mayores problemáticas cuando abrió fue conseguir queso kosher en Uruguay para utilizar en las pizzas, ya que su proceso debe ser supervisado por un rabino. La solución, explicó, fue realizar el suyo propio. Con los años se asociaron con la empresa Talar con la que hoy partidas de queso muzzarella, dambo y recientemente sumaron su propio dulce de leche.
Al principio el menú consistía solo en pizzas y helados, pero con el tiempo han adherido pescados, pastas y postres. Con la ampliación de la carta también vino un cambio de nombre. Tras probar una nueva sucursal en La Barra con el nombre de Brooklyn, administrado por su hermano, Shemtov decidió llevarse el nombre a la sede central en el shopping. "Era un nombre más atractivo y era también un homenaje a nuestro lugar de procedencia, donde también vivían mis abuelos", señaló.
Más allá de su procedencia, son pocos o casi niguno los detalles que indican la calidad kosher de los alimentos para los comensales que desconocen sobre estas leyes judías. Con una estética y presentación apoyada de los lugares de comida rápida, Brooklyn funciona como cualquier otra pizzería. Son los pequeños detalles, como los carteles en hebreo o un rincón con varias kipás para quien las necesite, que develan su origen religioso. La prueba de ello está en las fotos que temporada a temporada Shemtov cuelga sobre las paredes, donde visitantes judíos y no judíos posan con una sonrisa.
"Hubo hace muchos años pero luego ya no se encontraba nada", señaló Shemtov al hablar sobre lugares de comida kosher en Maldonado. "Las personas judías que no son ortodoxas también deciden comer kosher y se siente cómodas al entrar a un lugar como cualquier otro, no en una sinagoga", comentó.
Shemtov indicó que las precauciones que se deben tomar para seguir las leyes del kashrut son muchas, aunque se animó a nombrar algunas. La harina y la verdura, por ejemplo, no pueden tener rastros de insectos, por más pequeños que sean. Las salsas también pueden ser problemáticas, ya que sus colorantes pueden tener ingredientes no kosher. El horno, ya sea eléctrico o a leña, debe ser prendido por una persona judía antes de empezar a cocinar, por ejemplo.
Brooklyn Pizza, que figura en el libro Everyday Secret Restaurant Recipes: From Your Favorite Kosher Cafes, Takeouts & Restaurants con otros lugares kosher de todo el mundo, también se diferencia de otros lugares de Maldonado con su plato principal. En lugar de hacer pizza por metro, la realiza al tacho. "Eso no tiene ninguna explicación religiosa", explicó Shemtov. "Es porque nos queda más rica".
