El futuro depende de China. Las perspectivas son positivas, pero hay incertidumbre y riesgos. Hay que estar preparado para lo imprevisto. Estas sentencias –y otras por el estilo– se escucharon en la sesión sobre tendencias de mercado en la apertura el martes pasado del 21° Congreso Mundial de la Carne.
No hubo novedades para los que siguen con atención la evolución de los mercados de la carne en general, y la vacuna en particular. Pero el primer orador, el estratega global de Rabobank Internacional, Justin Sherrard, remarcó las palabras que no hay que olvidar.
Hay optimismo acerca del mercado de la carne, hay demanda y se puede agregar valor a los productos, pero también subrayó que cada vez habrá más competencia en un mercado –de todas las carnes– impulsado por la oferta. Y advirtió que habrá que ver los productos y los precios.
Por ejemplo, el estratega de Rabobank señaló que en EEUU habrá un aumento de la oferta y del consumo de carne, pero advirtió que deben aflojar los precios.
En su panorama de mercados, Sherrard pronosticó que en la Unión Europea habrá una reducción del consumo de carne vacuna, de cerdo y de pollo, y agregó que venderá el que tenga la mejor oferta de precio.
Los mercados se vuelven cada vez más complejos y se debe informar a los consumidores
Por último, dijo que lo entusiasmaba la demanda creciente de carne vacuna de China, que importará 2,7 millones de toneladas de carne de cerdo en 2017, la misma cantidad que este año. Pero también advirtió que el precio será un factor decisivo.
La segunda visión que ofreció el estratega de Rabobank, el banco especialista en materias primas, fue que los mercados se vuelven cada vez más complejos y se hace necesario contarle a los consumidores cómo es el proceso de producción de carne.
Fue autocrítico al decir que se está invirtiendo demasiado poco en darle confianza a los consumidores, que tiene un abanico de intereses. La clave está en lo que quiere el consumidor. Por eso hay que mejorar en la calidad de la información desde el productor al consumidor.
Respecto a la competencia de la carne vacuna con otras en el mundo de las proteínas de origen animal, Sherrard comentó que la conveniencia –que tradujo como simplicidad a la hora de preparar un plato– y el sabor importan en la actualidad.
Los consumidores intervienen y opinan a través de las redes sociales
Agregó que es probable que su hijo cocine una pechuga de pollo, pero dudó sobre algo más complejo, y aseguró que es difícil que se pueda comprender lo que piensa un consumidor en la góndola.
El tema de la fidelidad del consumidor, que fue el tema de la cuarta sesión del congreso, permitió comprobar que las palabras confianza y transparencia son claves para la producción y el comercio cárnico en el mundo.
Los consumidores intervienen y opinan a través de las redes sociales, y tienen mayores exigencias a la hora de elegir. Entre otras cosas, quieren conocer el proceso de producción de los productos que consumen.
Por otra parte, el coordinador del Comité de Carnes de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Juan José Grigera, contó que en el vecino país se implementó se desarrolló el proyecto Carnicerías Saludables para "construir confianza" entre los consumidores de carne. Primero se cuantificó el riesgo de la manipulación de la carne en 86 carnicerías de Berisso, en La Plata.
A partir de sus resultados comenzaron acciones de capacitación de los carniceros: instruir sobre las enfermedades que se generan. Grigera comentó que el proyecto logró "una gran mejora" en esos comercios.
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