El estrés calórico afecta la producción lechera provocando una merma de entre 10% y 20% en el volumen de ordeñe en los establecimientos lecheros. Sus efectos deben paliarse con prácticas de manejo que en mayor parte no requieren gran inversión.
Altas temperaturas y la humedad ambiente son los dos factores desencadenantes de este tipo de eventos en los rodeos vacunos. El ganado tiene que disipar calor y merma el consumo voluntario. Como impacto en el corto plazo, a menor consumo, menor producción. En paralelo, se ve afectada la condición corporal lo que impacta en la producción futura.
Es fundamental facilitar el acceso de agua, planificar la disponibilidad de este recurso en la parcela. Asimismo, evitar las horas de máxima radiación en el campo, asegurarse que el ganado tenga buena sombra y si es natural mejor, explicó el asesor de productores lecheros de la zona de San José, Luis Martínez al programa Tiempo de Cambio de radio Rural.
En lo que refiere a la alimentación hay que tratar que se suministren alimentos de mayor calidad y evitar pastoreo en la hora de la tarde e implementar pastoreos nocturnos, sostuvo Martínez.
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