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Hay expectativas por el trigo
A comienzos de año los operadores y productores locales están a la expectativa de las señales que podría dar Brasil en cuanto a la demanda de trigo. Los exportadores están cerrando los negocios comprometidos en 2012 que pudieron completar y por eso la demanda ahora es acotada.
Los más optimistas en el mercado estiman que Brasil deberá comprar el trigo para molienda que queda en Uruguay. Aducen que los valores regionales se mantienen más competitivos que los precios que debería pagar Brasil por traer trigo desde Estados Unidos o Canadá, lo que igual tendrá que hacer. Hace unas semanas la Asociación Brasileña de Industrias de Trigo inició negociaciones con el gobierno de ese país pidiendo que se suspenda el cobro del Arancel Externo Común de 10,5% para la importación de trigo de fuera del Mercosur.
De acuerdo a lo informado por Monitor Agrícola, el pedido es por 2,5 millones de toneladas entre abril y octubre. Si el gobierno de Dilma Rousseff accediera, esto abarataría los precios para el ingreso de mercadería desde, por ejemplo, Estados Unidos, donde los precios vienen en caída. Por ahora las referencias que se dan por trigo con un peso hectolítrico de 76 kg/hl van entre US$ 320 y US$ 325 por tonelada en Nueva Palmira.
Los negocios de exportación realizados antes de la cosecha se hicieron con una base de peso hectolítrico de 78 kg/hl. Los productores consideran que Brasil podrá importar el trigo que queda en Uruguay para mezclarlo con lotes de mayor calidad desde Estados Unidos o Canadá.
