Por Blasina y Asociados, especial para El Observador
El clima en Estados Unidos permitió mejores precios a los productores locales, tanto en soja como en la posible fijación de precios para la cebada de la nueva campaña del cultivo, aunque en este último caso ha sido de corta duración.
Los futuros de soja han logrado avanzar moderadamente esta semana, de la mano de excesos de lluvias en algunas regiones productivas estadounidenses.
Esto podría demorar la siembra de la oleaginosa que, hasta el cierre de abril, venía con un leve adelanto respecto al promedio de los cinco años anteriores.
El contrato de julio de soja cayó marginalmente a US$ 358 por tonelada, luego de terminar la semana pasada sobre US$ 351,4 por tonelada.
De esta manera se llegaron a valores locales sobre US$ 330 por tonelada que, de a poco, comenzaron a mover negocios nuevos.
Hasta ahora los productores estaban básicamente entregando lo cosechado y liquidando las ventas ya realizadas.
En la medida que los productores –especialmente los que menos habían comercializado– vayan necesitando caja para cumplimiento de obligaciones, en mayo se debería ver un empuje en la oferta.
Si bien la soja ha evitado quebrar ciertos pisos de precios, esto se encuentra atado a una volatilidad climática que, por ahora, no daría margen para un rebote en los futuros.
En el mercado de trigo el exceso de lluvias y las tormentas de nieve en zonas productoras estadounidenses, durante el fin de semana pasado, permitieron el lunes un rebote en los precios, que luego se fue moderando con una fuerte toma de ganancias este jueves.
El contrato diciembre Chicago –de referencia para la cebada en Uruguay– llegó hasta US$ 180 por tonelada.
Esto hubiera permitido fijar negocios con las malterías locales por US$ 180 por tonelada, aunque se dieron pocos negocios.
Ya este jueves la posición diciembre en Chicago cerró sobre US$ 174 por tonelada.