Hugo Fattoruso y Albana Barrocas presentan una versión íntima de sus canciones y experimentos

Si bien la capacidad del local lleva a que el formato del espectáculo sea más íntimo, los integrantes del dúo no consideran que esto marque una ventaja o desventaja con respecto a otras presentaciones. "A nivel de hardware es más fácil porque cargas menos", comenta como chiste Barrocas, pero puntualiza que la cercanía y la intimidad son positivas, aunque el espectáculo tiene margen para mutar en base a las reacciones del público.

La dupla de tecladista y percusionista llega a este espectáculo luego de un ciclo de conciertos por Artigas, Rivera, Melo y Tacuarembó, lugares que el proyecto visitó por primera vez. "Es lo nuestro llevar la música a todas partes, es siempre una sorpresa y un desafío", apuntó Fattoruso. "Vamos confiados porque lo que llevamos es pura honestidad, funciona perfecto y nos reciben divino" comentó el veterano artista, que explicó que en esas presentaciones combinan canciones formales y accesibles, y otras que son "un signo de interrogación", porque eso les permite "sacarse las pulgas" y darse un gusto sobre el escenario.

Ese contraste es lo que hace que el espectáculo del dúo funcione, dijo Fattoruso, en el que la selección de versiones de colegas se va alterando periódicamente, en base a sus canciones predilectas. "Hay cientos de canciones que nos gustaría hacer, pero andamos con el camión lleno", explicó.

En cuanto a las composiciones propias, el proceso de nacimiento de las canciones surge de los ensayos y el toque constante entre ambos. Todos los ensayos se graban, y de ahí se toma lo que tiene más sustancia. "Definimos de a poco porque borradores tenemos muchos, y un repertorio muy amplio en el sentido de que hay músicas que tienen letras, es un formato de canción, y por otro están los instrumentales, que son más abiertos, el músico queda más libre y jugado, aunque tienen estructura", contó Fattoruso.

Por su parte, Barrocas acotó que el proceso es impredecible. "Cuando tenemos los oídos libres escuchamos lo que hicimos y vamos sacando lo que nos llama la atención. Hugo lo saca en el piano, y la idea queda picando. Hay otras ideas que nos olvidamos, y otras que al principio nos gustan y después cambia nuestra opinión".

Luego de cuatro años de recorrido en conjunto, en los que se produjeron dos discos y obtuvieron un premio Graffiti, Albana Barrocas considera que lo que recibe de parte de Hugo Fattoruso son "ideas y cosas nuevas para estudiar". Entre esos temas a estudiar suelen contarse canciones que están en un tiempo diferente a lo habitual, o nuevas composiciones que la obligan a practicar la coordinación entre el canto y la percusión, o pensar nuevos arreglos.

Por su parte, Fattoruso cree que Barrocas le aporta "sorpresa, juventud e ímpetu", y una combinación de percusión acústica y electrónica que da un sonido especial al dúo. "Yo la convidé a trabajar juntos por su actitud ante todo, incluida la música y por sus ideas. Yo puedo tocar una cantidad de músicas con otros músicos, pero la mayoría de las cosas que hacemos con Albana solo suena entre nosotros, no puedo tocar una cantidad de cosas con otros", afirmó Fattoruso.

"Yo soy tremendo rompebolas y le digo que pruebe cosas, sugerencias. No tengo la llave, tengo mañas por los años, pero no sé cómo es", agregó Fattoruso sobre la relación con su colega, que además lo ha acompañado a varias presentaciones fuera de fronteras, entre las que se cuentan viajes a Japón, donde Fattoruso toca junto al japonés Tomohiro Yahiro en el ciclo "Dos orientales".

Fattoruso viajará al archipiélago asiático en setiembre para iniciar una nueva gira junto a Yahiro, pero esta vez Barrocas no lo acompañará. "Vamos a sentir su falta", lamentó su compañero, que permanecerá durante 4 semanas en Japón.

Por ahora el dúo seguirá tocando y componiendo, y no manejan regresar al estudio. Eso no se debe a una falta de material, sino a que "te viene una fiebre, unas ganas de que tales y tales músicas estén en un disco, pero yo estoy medio quieto en ese sentido", afirmó Fattoruso.