La
Intendencia de Montevideo (IMM) comenzó a fiscalizar este viernes que los comercios cuenten con una declaración jurada en la que se establezca que tienen un plan para tirar los residuos sólidos en la disposición final de residuos. Esto se debe a que las
empresas no pueden usar los contenedores públicos. Esta mañana, unos 15 inspectores empezaron a recorrer la zona de Paso Molino acompañados de policías. Hasta el mediodía llevaban realizadas cinco notificaciones.
Los comercios
tienen que tener una empresa privada o contratada a la IMM para que gestione sus residuos. El prosecretario de la Intendencia, Christian Di Candia, dijo que muchas veces esos residuos son los que terminan rompiendo los camiones recolectores. "Un camión roto implica contenedores que no se pueden levantar", manifestó.
La medida es similar a la aplicada meses atrás con el control de que los vecinos cumplan con la tenencia responsable de
animales.
La fiscalización será en todo Montevideo, aunque por el momento se mantendrá en la zona de Paso Molino. Las próximas zonas donde se controlará serán La Unión y Avenida Italia. Según dijo Di Candia a El Observador, si bien la idea es que el operativo dure cerca de un mes, lo extenderán el tiempo que sea necesario hasta llegar a todos los comercios.