IMM espera que los propios usuarios controlen uso de radio en ómnibus

La Intendencia de Montevideo (IMM) pretende prohibir a los conductores de ómnibus que escuchen radio mientras trabajan, aunque dejará en manos de los propios usuarios la fiscalización de la norma una vez que sea aprobada por la Junta Departamental.

El proyecto se encuentra a estudio del Parlamento de Montevideo, aunque el intendente Daniel Martínez adelantó días atrás a Telenoche que se trata de una normativa que no tendrá "marcha atrás". Sin embargo, el director de Transporte de la comuna, Máximo Oleaurre, dijo a El Observador que la prohibición será "un apoyo que tendrá el usuario" para exigir un mejor servicio de transporte. La fiscalización va a estar basada en los propios pasajeros. No vamos a poner a alguien a controlar", agregó.

Oleaurre planteó que la dificultad de fiscalizar por parte de la comuna radica en que los conductores pueden bajar la radio cada vez que vean a un inspector llegar, por lo que ve más factible que sean los usuarios quienes llamen la atención del chofer o que lo denuncien ante la intendencia..

La intendencia tiene unos 200 inspectores, aunque la mayoría de ellos están abocados a las tareas de tránsito. "Algunos están especializados" en el transporte, pero generalmente se encargan de fiscalizar la limpieza de las unidades, especificó Oleaurre.

Del mismo modo sucede con otras normas ya aprobadas e incluidas en el Digesto Departamental, como pasa con la prohibición de que, habiendo guarda, el conductor no puede hablar con el público.

La normativa de Montevideo también regula otras actitudes durante el uso del transporte colectivo urbano, algunas de las cuales están en desuso y otras, si bien están vigentes, tampoco se controlan.

Según informó El País, el artículo D.768.48 prohíbe a los conductores y guardas fumar, mascar tabaco, salivar, tomar mate u otras bebidas -con o sin alcohol-, comer y leer material ajeno al servicio que pueda ser motivo de distracción. También las emisiones radiales podrán ser reglamentadas luego.

En referencia al acto de salivar, el director de Transporte dijo que si bien la norma no es obsoleta, se "ha perdido la costumbre social de hacerlo".

Entre las obligaciones de los guardas están la de dar la orden de que se detenga el coche cada vez que un pasajero lo solicita o cuando pudiera haber algún peligro sobre la marcha, brindar ayuda a ancianos, niños, discapacitados, mujeres con menores en brazos o embarazadas, impedir que haya discusiones, instar a los pasajeros a mantener una conducta "decorosa" y devolver a la empresa los objetos olvidados por parte de los usuarios.

El trato cortés y ofrecer información veraz sobre el servicio también es parte de la regulación que deben acatar conductores y guardas.

Del mismo modo, la normativa establece derechos y obligaciones para los usuarios, que empiezan con el pago y la conservación del boleto. Comportarse con decoro, respetar los lugares de ascenso y descenso de pasajeros, hacer señas "adecuadas" para solicitar la detención del ómnibus, son algunas de ellas.

También se les prohíbe viajar si están ebrios, "incorrectamente" vestidos, si tienen "enfermedades contagiosas", si gritan o hacen ruido, si llevan "bultos molestos, peligrosos o desagradables" -como la mochila colocada en la espalda- y si llevan animales, a excepción de los que acompañan a las personas con discapacidades. Los usuarios también tienen prohibido comer o beber, incluso tomar mate.