Industria automotriz acusa la merma de los negocios a Brasil

Con Argentina, el panorama sigue incambiado y no hay perspectivas de mejora hasta después del proceso electoral de octubre, y cuyos resultados recién se podrían palpar a mediados de 2016.La firma automotriz Chery está sin producir desde octubre y su permanencia en Uruguay está cada vez más comprometida, supo El Observador. El año pasado, esa marca inauguró una planta en Brasil con una inversión de US$ 400 millones para abastecer a la región.

En tanto, en un intento por buscar descomprimir sus stocks, la firma de origen chino Geely –que opera en el predio industrial de Nordex– acaba de cerrar un embarque de 640 unidades con destino a Cuba, informó a El Observador el secretario ejecutivo de la Cámara de la Industria Automotriz (CIAU), Ramón Cattaneo. Agregó que, en principio, se trata de un "negocio puntual" que apunte a liberar inventarios ante la caída en los niveles de demanda del mercado brasileño, el principal destino para las armadoras uruguayas. "Hoy no estamos en condiciones de saber si habrá continuidad con esa línea de negocios (por Cuba)", precisó Cattaneo.

Por su lado, el gerente general de Lifan, Pablo Revetria, comentó ayer a El Observador que en el caso de su empresa las colocaciones a Brasil –su único mercado de exportación– mermaron como consecuencia del ajuste de precios de venta al público que debió realizar la empresa para achicar sus números rojos.

"Seguimos vendiendo a pérdida para no perder mercado. Hay otras marcas que directamente no pueden vender", explicó Pablo Revetria de Lifan

Asimismo, indicó que la firma mantiene su plan de producción previsto para 2015, mientras trabaja en "alternativas" que le permitan reducir sus pérdidas. En 2014, la firma colocó 6.400 unidades en Brasil –por encima de los 4.500 vehículos de 2013–, con sus tres modelos: la camioneta X60, el Lifan 530 y el utilitario liviano Foison. En marzo, cuando el dólar en Brasil superó los 3,2 reales, Lifan llegó a perder unos US$ 5.000 por unidad en su camioneta X60. Para reducir el rojo, la empresa subió el precio en reales, algo que "se preveía impactara en un menor nivel de ventas", señaló Revetria.

Precisamente, la pasada semana en una disertación en ADM, el presidente del Banco Central, Mario Bergara, relativizó los problemas de competitividad de Uruguay con sus socios comerciales. Dijo que en el caso de Brasil, afectaba a sectores puntuales como el automotor que –en el caso de Uruguay– tiene un "escaso valor agregado" en comparación con otros países, como Alemania.

En declive

La producción del sector de vehículos automotores lleva ocho meses consecutivos de caída. Según los últimos datos revelados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el primer trimestre, la producción cayó 48,7% en comparación con igual período de 2014. De esa manera, profundizó la caída de 19% de los últimos tres meses del año pasado y de 13,9% en durante el tercer cuarto de 2014.

Ese declive estuvo acompañado por una reducción en la cantidad de horas trabajadas. La fuerza laboral cayó 34,2% en el primer trimestre, tras la merma de 24,9% en el último cuarto de 2014. Por otro lado, en los primeros cuatro meses del año, se exportaron US$ 50,2 millones de vehículos automóviles, lo que representó una caída de 28,2% en la comparación interanual, según los datos de la Unión de Exportadores. Mientras que en volumen físico se colocó en el exterior 27,4% menos que en el mismo período del año pasado.

Los datos de 2015 contrastan con el desempeño que el sector venía mostrando desde la crisis internacional de 2009. Según un informe de Uruguay XXI, las exportaciones del sector automotor (armadoras y autopartes) totalizaron US$ 483 millones en 2014. Ese año, las industrias uruguayas armaron 16.454 unidades, un máximo histórico que superó en 3,2% la marca de 2013. Las ventas al exterior totalizaron 15.588 unidades por US$ 230 millones, con Brasil acaparando el 90% de las exportaciones y Argentina el restante 10%.

Autopartistas están preocupados por Brasil

El viernes pasado, autoridades del Ministerio de Industria (MIEM) se reunieron con pares brasileños y discutieron la renovación del acuerdo automotriz vigente entre ambos países. Para las empresas del sector, más preocupante que este acuerdo resulta el denominado Inovar Auto, dijo la presidenta de la Cámara de Fabricantes de Componentes Automotores, Cecilia Casulo. Se trata de un programa del gobierno de Dilma Rousseff –creado por ley en 2012 y que tiene validez hasta 2017– que busca aumentar la competitividad del sector automovilístico brasileño y la fabricación de vehículos más baratos, entre otros. Posibilita que los fabricantes que se ciñan a sus requerimientos no vean su carga impositiva modificada. Los que elijan lo contrario, en tanto, padecerán una suba del 30% del impuesto que se aplica a productos industrializados (IPI), sean estos brasileños o importados. En 2011 Brasil había anunciado que se elevaría un 30% el IPI para los vehículos importados y que tuvieran menos de 65% de contenido brasileño. Un cambio en el programa Inovar Auto el año pasado agravó todavía más esta situación, aumentando la diferencia de impuestos para los autopartistas locales. "Uruguay queda afuera del mercado por diferencia de precios", explicó Casulo.