Con un escenario de inflación en dos dígitos y una perspectiva de lenta moderación del aumento de precios, la negativa del gobierno a modificar las pautas salariales de la próxima negociación implicará para los sectores de actividad de dinamismo medio y en problemas un corto período de pérdida de su capacidad de
consumo temporal y aislado, pero con una posterior recuperación asegurada.
En el caso de los sectores más comprometidos, que negocian ajustes más moderados de su salario en términos nominales, las actuales proyecciones de inflación deparan un salario real por debajo del actual para los últimos tres meses del primer año de aplicación del convenio y –en el caso de correctivos por inflación a 24 meses–, también para el segundo semestre del segundo año. Sin embargo, tanto al final del período de los próximos dos años como en el promedio de ese tiempo, mantendrán una capacidad de consumo por encima de su nivel actual. Los datos surgen de las simulaciones realizadas con las proyecciones de la mediana de los expertos consultados en la
Encuesta de Expectativas Económicas de El Observador, realizada a 11 referentes en el análisis de coyuntura a fines de mayo.
De cumplirse los pronósticos, en el caso de los sectores dinámicos que negocian actualmente, tendrán un primer ajuste de 10% en el primer mes. A partir de ese momento la inflación irá erosionando el poder de compra ganado pero, con una proyección de aumentos de precios de 9,7% de cara a los próximos 12 meses, en ningún momento alcanzará a contarrestar por completo el aumento nominal del salario. Tampoco sucederá eso en el segundo año de vigencia del acuerdo, cuando las expectativas son de una inflación de 9%, al igual que el ajuste salarial.
En los sectores intermedios, en cambio, la situación es diferente. En los últimos dos meses del primer año de vigencia del acuerdo la suba de precios esperada provocará un poder de compra menor que el actual, de hasta 1,1% más bajo en el mes 12. Sin embargo, se recuperará con creces a partir del mes 13 cuando se dé un nuevo ajuste salarial. Durante el segundo año de vigencia del acuerdo, el poder de compra estará por encima del nivel inicial salvo en los últimos cuatro meses, cuando la capacidad de consumo será más baja. La pérdida de poder de compra respecto al momento inicial llegará a 2,5% en el mes 24. A partir del mes 25, el correctivo por inflación se encargará de ajustar ese desfasaje.
Si se considera el promedio de los primeros 24 meses, el poder de compra de los trabajadores de sectores de dinamismo medio será 2,3% mayor al inicial. En el caso de los más dinámicos, el poder de compra será 4,4% más alto.
Los sectores más afectados por el cambio del ciclo económico enfrentarán un poder de compra más bajo que el inicial en los últimos tres meses del primer año y en los últimos seis del segundo. En el mes 12, su poder de compra será 1,5% más bajo que el inicial y en el 24, la baja será de 3,1%. Sin embargo, en el promedio de los dos primeros años su poder de compra estará 1,4% por encima del nivel inicial.
Por lo tanto, incluso en el caso de los sectores de menor dinamismo, aquellos que tendrán ajustes salariales más moderados no enfrentarán una pérdida del poder de compra en el promedio de los próximos dos años, pero sí una pérdida temporal en los últimos meses del primer y el segundo año. No se hicieron simulaciones para el tercer año debido a que escapa al horizonte de proyección de inflación de la mayoría de los analistas.
El movimiento sindical
Pese a la disconformidad de los sindicatos con los lineamientos, la primera parte de la ronda celebrada el año pasado marcó que de los 64 subgrupos que negociaron, el 91% aceptó la propuesta oficial. Un 24% de los subgrupos se autoclasificaron como dinámicos, 42% como medio y 34% en dificultades.
En tanto, el 86% aplicó correctivos por inflación pasada dentro de los plazos que fijó el gobierno (18 y 24 meses). Solo 8% estableció correctivos anuales, pero en todos los casos fueron convenios bipartitos sin participación del Poder Ejecutivo.
La central sindical no cierra la puerta a que finalmente haya receptividad en el gobierno y se atienda su pedido para introducir modificaciones. "Nosotros no renunciamos a que se reflexione y se razone para que las cosas cambien", dijo el secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala. Hoy en la agenda figura la realización de un paro general para fin de mes.
La otra carta que todavía puede jugar es la del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). Las diferencias entre Economía y Trabajo datan desde que se diseñaron las pautas a mediados del año pasado, pero hasta ahora ha prevalecido la visión del equipo económico en el tema.
A pedido del ministro
Ernesto Murro, el MTSS realizará en los próximos días un balance de los resultados que tuvieron las negociaciones de 32 grupos que discutieron la renovación de los convenios colectivos entre febrero y este mes. Esa información servirá como insumo para que la cartera de Trabajo analice el tema a la interna y fije una posición al respecto. De todas formas la última palabra la tendrá Murro, que deberá plantear las modificaciones para que sean tratadas en el Consejo de Ministros, si lo entiende necesario.
La preocupación principal del PIT-CNT es evitar la pérdida de poder adquisitivo durante la vigencia de los convenios. Hoy la central sindical exige que se reduzca el plazo para la aplicación de los correctivos por inflación a 12 meses, en lugar de los 18 y 24 meses con los cuales se negocia actualmente.