Por Blasina y Asociados, especial para El ObservadorLos futuros de
soja en Chicago tuvieron una semana relativamente positiva luego del informe del Departamento de Agricultura de EEUU (USDA, por su sigla en inglés) que recortó la proyección de stocks estadounidense y a nivel global.
Fue un dato positivo para el mercado aunque sin augurar un rebote dada las perspectivas de una amplia oferta global. Lo interesante es ver que la oleaginosa nuevamente ha resistido sobre un nivel piso de
precios a pesar de este escenario de oferta a lo que se suma el desplome en el precio del crudo, el avance del dólar y la debilidad de la economía china.
Los datos de importación de EEUU muestran que la demanda a estos valores compra, a lo que se suma la retracción de los agricultores a vender a precios más bajos. Si bien ese piso de precio parece firme, también se ve que el potencial de subas es limitado.
Las lluvias volvieron con intensidad a Brasil al comienzo del año llegando justamente a las zonas afectadas por la sequía. Aunque no tendrá la cosecha prevista inicialmente, el agua le dio un piso a la oferta. En Argentina se ve algo más de posición vendedora pero sin la estampida exportadora que se ha visto en el trigo, en el cual los exportadores tenían en su poder altos stocks comprados.
Con este escenario, y con valores sobre US$ 300 por tonelada en el mercado local, la actividad de la soja sigue siendo prácticamente nominal. Ahora lo que se espera es que el último tramo de enero traiga lluvias ya que hay zonas que recibieron menos agua en las últimas semanas que ya están sobre el límite de humedad.
En el mercado del trigo hay muy escasas referencias en torno a US$ 140 por tonelada para lotes con algo menos de 12% de proteína. El mercado de menos proteína está severamente golpeado por la agresiva oferta de los exportadores argentinos, que salieron a liquidar stocks luego que se eliminaron las retenciones y subió el dólar en el vecino país.