Intendencia de Salto asegura que hay más boletas adulteradas

La Intendencia de Salto denunció la aparición de otras dos boletas presuntamente adulteradas que fueron presentadas por un edil de la Junta Departamental en octubre y en noviembre del año pasado.

Según informó a El Observador el secretario general de la comuna, Fabián Bochia, ante la constatación de que se habían adulterado tres boletas en febrero, la intendencia empezó a revisar todas las facturas que presentaron los ediles desde que empezó la administración del intendente frenteamplista Andrés Lima. Al revisar los papeles, el gobierno departamental detectó dos comprobantes de un edil frenteamplista en los que considera que se cambió uno de los números para aumentar el monto final.

Según Bochia, una de las facturas debía ser por algo más de $ 1.000, pero el monto que aparece es de aproximadamente $ 4.000, por lo que el número uno inicial se modificó para que aparentara ser un cuatro. El secretario general de la comuna salteña dijo que en estos casos la adulteración "no es tan burda" como las de las facturas presentadas en febrero y que por ese motivo no se identificó el fraude en un primer momento, cuando los documentos llegaron a manos del gobierno departamental.

Si bien la comuna está esperando las copias originales de las facturas de octubre y noviembre, su detección hizo que debiera ampliarse la investigación administrativa que ya se estaba realizando por los comprobantes adulterados de febrero.

Renuncias al sector

A raíz de estas denuncias, los tres ediles acusados renunciaron a la Agrupación Humanista Armando Aguirre, sector al que también pertenece el intendente Lima.

El presidente de la Junta de Salto, Martín Pertuzzati, dijo a El Observador que una de las boletas presentadas en febrero sí estaba firmada por él, pero que el gasto había sido de $ 449 y que por lo tanto desconocía quién había agregado un cuatro adelante para transformar el monto final en $ 4.449.

Pertuzzati dijo que presentó la renuncia al sector porque no se sintió respaldado por el gobierno departamental, pero que no renunciará a su banca hasta que la Justicia determine si es o no culpable.

"A mí ya me culparon antes de empezar a investigar", señaló el edil a El Observador, con respecto a la denuncia pública que hizo la administración en la que nombra a los tres ediles involucrados. El presidente de la Junta Departamental señaló que en el Frente Amplio se escuchó la campana únicamente "de un lado" y que nadie lo llamó para conocer su versión, excepto la bancada frenteamplista en la junta que le pidió explicaciones sobre lo ocurrido.

El edil Eduardo Godoy, otro de los acusados por el gobierno departamental de haber modificado boletas, dijo a El Observador que su renuncia fue por "diferencias políticas" con el intendente y que la acusación pública hacia su accionar fue "la gota que derramó el vaso". Godoy también aseguró que lo acusaron de algo que no hizo, aunque prefirió no profundizar en el tema hasta que termine la investigación. La tercera edila implicada en la investigación administrativa es Daiana Añasco, también perteneciente al Frente Amplio.

La bancada frenteamplista en la Junta Departamental presentó un pedido para que se iniciara una comisión preinvestigadora y se empiece a analizar todas las rendiciones de cuentas presentadas desde el inicio de la gestión.

El presidente de la junta tiene tres días para dar andamiento al pedido, por lo que, en caso de cumplir con los requerimientos formales, el miércoles se conformará la agrupación de ediles para dar inicio a la comisión.

A pesar de que no se sienten respaldados por el FA, los ediles decidieron mantenerse en sus bancas hasta tanto quede demostrada su responsabilidad. "Mi corazoncito sigue estando del lado de la izquierda, pero la izquierda no pensó en estas tres personas", dijo el presidente de la junta a El Observador.