Internet está arruinándole la memoria

Cuándo fue la última vez que memorizó un número de teléfono? De hecho, si lo piensa bien, además del suyo, ¿cuántos números de celular o teléfono fijo puede recordar de memoria en este preciso momento?

Kaspersky Lab, una encuestadora internacional presente en más de 200 países en todo el mundo, realizó una encuesta a más de mil personas en la que más de la mitad dijeron no poder recordar el número de ninguno de sus familiares, amigos o vecinos. Por su parte, 44% tampoco sabían de memoria el número de su pareja.

Pero, ¿por qué deberían esas personas recordar esos teléfonos? ¿Cuál es el objetivo de llenar la cabeza con números y números que están agendados en el smartphone, el cual viaja con uno a todas partes y se encuentra siempre a mano?

Los seres humanos están reemplazando la habilidad de recordar datos específicos y sumamente precisos por la certeza de que esa misma información se encuentra guardada en algún lugar dentro del universo de internet –en la famosa nube, por ejemplo– y a la cual podemos recurrir siempre que queramos. De hecho, más de 90% de los encuestados por Kaspersky estuvieron de acuerdo en afirmar que "utilizan internet como una extensión online de sus propio cerebro".

Claramente este fenómeno no se limita solo a los números de teléfono. La memorización supo ser hace muchos años un modelo educativo imperante en las escuelas de todo el mundo. Los estudiantes debían aprenderse los nombres de todos los presidentes, o saber todas y cada una de las capitales del mundo.

Pero ahora esa misma información está disponible a un clic de distancia. Y eso, según varios profesionales, está generando que las personas olviden cómo usar la memoria.

Un artículo, publicado en la revista científica Science en 2011, indicó que cuando una persona sabe que cierto material está disponible en internet, no se ocupa de memorizar qué información específica brinda sino en saber dónde se encuentra y cómo acceder a ella.

En efecto, el ser humano se está fusionando con las máquinas: "Se trata de una comunión con las aplicaciones y herramientas de computadora como nunca antes lo hemos estado", indicaba el artículo en Science.

Esta dependencia tecnológica no es necesariamente algo malo. Varios investigadores y médicos especializados en neurociencia creen incluso que hoy en día el cerebro se ve liberado de información innecesaria y es "llenado" con pensamientos más reflexivos y profundos. También hay un mayor acceso a más información y conocimiento que antes, más allá de que esté alojado o no en el cerebro.

Pero existen riesgos dentro de este nuevo mundo de memoria infinita. Muchas veces no solo se pierde la habilidad de recordar cosas superficiales sino que también sucede con las cosas que realmente importan y que no están disponibles en la web: un rostro, un momento, una expresión de cariño, entre muchas otras cosas que realmente definen a las personas como tales.

Si usted está confiando en un archivo digital para retener esos momentos en su memoria, puede que enfrente un problema muchos más serio que la ruptura de un disco duro externo o hackeado.