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Investigan dos terrenos sospechosos de lavado K en Punta del Este

Testaferro compró caro y vendió barato en playa Brava. La SA propietaria de los terrenos está vinculada a Lázaro Báez
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05 de abril de 2014 a las 20:54

La Justicia uruguaya investiga la compraventa de dos terrenos en Punta del Este, concretamente en la parada ocho de playa Brava, donde crecen las torres más altas y glamorosas del balneario. El nombre del empresario kirchnerista Lázaro Báez aparece otra vez como sospechoso de orquestar una maniobra de lavado de dinero. Es que según detectó la Justicia, la sociedad anónima que figura como vendedora de los terrenos giró US$ 16,5 millones a una cuenta vinculada a Báez en el Principado de Liechtenstein, un paraíso fiscal europeo.

Los terrenos, de 7.000 metros cuadrados cada uno, están en el fraccionamiento Lobos, sobre avenida del Mar, a una cuadra de avenida Roosevelt y a media cuadra de la rambla. Se trata de la zona más codiciada de Punta del Este porque cuenta con los permisos municipales para construir edificios de más de 20 pisos. En la misma manzana, sobre la rambla, el magnate estadounidense Donald Trump proyecta construir una torre de 24 plantas.

Curiosamente en lugar de valorizarse como el resto de la tierra de Punta del Este y Uruguay, los terrenos investigados (padrones 10.664 y 10.665) perdieron valor (ver infografía). Al menos lo hicieron en los papeles que figuran ante la Dirección General de Registro, a los que accedió El Observador en una investigación conjunta con el periódico argentino Perfil.

Según surge de esa documentación, Ariadna SA compró ambos terrenos en 2002 a US$ 5 millones cada uno y los vendió en 2006 a US$ 3 millones cada uno. El comprador, en 2006, fue Jaguar Capital LLC, empresa panameña que aparece vinculada a Báez en el mapa elaborado por los investigadores uruguayos.

El 19 de diciembre de 2013, Jaguar Capital LLC vendió uno de los terrenos (el padrón 10.665) en US$ 2 millones. Los investigadores sospechan que además de estar ante un caso de lavado de dinero, también existió evasión impositiva.

El Banco Central de Uruguay (BCU) detectó que entre marzo de 2012 y marzo de 2013, Jaguar Capital LLC (propietaria de los terrenos) giró US$ 16,5 millones a una cuenta de Helvetic Services Group en el Principado de Liechtenstein. Ante las autoridades bancarias, los representantes de Jaguar Capital LLC explicaron que la transferencia de fondos a Helvetic respondía al pago de uno de estos terrenos en Punta del Este: el padrón 10.655. Sin embargo, este terreno fue vendido recién en diciembre de 2013 y a US$ 2 millones.

Documentos oficiales a los que accedió El Observador revelan que el titular de Helvetic, la sociedad que recibió los US$ 16,5 millones en Liechtenstein, es Néstor Marcelo Ramos, a quien el fiscal argentino José María Campagnoli, en uno sus dictámenes, definió como el “enigmático testaferro” de Báez. Campagnoli fue apartado del caso.

El actual propietario del padrón 10.664 es Jaguar Capital Holding Inc, la sociedad en que se transformó Jaguar Capital LLC en octubre de 2013, según los registros oficiales. Jaguar pasó así de ser una sociedad de responsabilidad limitada a ser una sociedad anónima. Esto bajo las leyes panameñas, precisan los documentos.

Desde diciembre del año pasado, el propietario del padrón 10.665 es otra sociedad anónima.
Fuentes vinculadas al caso explicaron a El Observador que estos negocios encubren una ingeniería difícil de desmarañar y que, incluso, pueden ocultar compras ficticias de bienes, una de las modalidades más empleadas para el blanqueo de activos. En lugar de registrar una compraventa, los implicados pueden adquirir una sociedad anónima con propiedades, en un negocio privado que no figura en los registros oficiales.

“Yo lavé plata para Báez”
El puntapié para comenzar la investigación lo dio el financista Federico Elaskar el 6 de marzo de 2013. “Yo lavé plata para la familia de Lázaro Báez. Millones de euros”, le dijo ese día Elaskar al periodista Nicolás Wiñaski, de Periodismo para todos, el programa de Jorge Lanata.

Elaskar relató ante una cámara oculta que trabajó para Báez hasta que el empresario decidió comprarle su financiera (SGI, también conocida como La Rosadita). “¿Cómo se llama la empresa suiza que te compró?”, le preguntó Wiñaski. “Helvetic Services Group. De Lázaro Báez es. No te lo puedo demostrar, pero es de él”, respondió Elaskar. “¿Intuís que es de él?”, preguntó el periodista. “No, no intuyo, lo sé. No te lo puedo demostrar, que es distinto, pero lo sé”, sentenció.

Tres días después de que se difundiera esa entrevista, Elaskar se retractó. “Acá no hubo lavado de dinero. Mentí, pido perdón”, dijo en una entrevista en América noticias. “Lanata quería ficción y le di ficción”, aseguró.

Sin embargo, tanto sus palabras como las de Leonardo Fariña, el “valijero” de Báez, que pasa estas horas en el penal de Ezeiza, marcaron el camino de los investigadores de Uruguay y Argentina.

En otra cámara oculta, Fariña reveló la compra de un campo en José Ignacio. Luego, como Elaskar, alegó que había mentido.
Sin embargo, El Observador comprobó con documentos oficiales que el campo existe y que lo compró una sociedad anónima presidida por Daniel Pérez Gadín, el contador de Báez, en 2011, en US$ 14 millones. Esta operación también es investigada por existir sospechas de lavado de dinero.

Gracias a las pistas aportadas por Fariña y Elaskar, los investigadores uruguayos detectaron tres terrenos vinculados a Báez y sospechados de lavado: el campo El Entrevero y los dos terrenos en Punta del Este.

Según registros oficiales en poder de la Justicia, entre agosto de 2011 y marzo de 2013 pasaron por bancos uruguayos US$ 30,5 millones vinculados a estos negocios.
Elaskar había dicho a Wiñaski que sacó de Argentina 55 millones de euros pertenecientes a Báez y que los transfirió al exterior por fuera del sistema legal.

En avión y en barco
Punta del Este aparece reiteradas veces en la ruta del “valijero” de Báez. Fariña conoció a su exesposa, la vedette Karina Jelinek, en el verano de 2011 en Punta del Este, tal como revelaron en el programa de Susana Giménez.

También aparecen aviones de la ex Pluna en esta historia. Elaskar dijo en la cámara oculta que Báez “debería haber mirado un poco mejor dónde estaba su dinero, porque Leo Fariña sacó dos aviones de Pluna charter alquilados en el mes de enero (de 2013), para hacer una fiesta en la cual gastó más de un millón y medio de dólares”.

Báez incluso ha reconocido que parte de su dinero pasó por Uruguay. El empresario declaró ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de Argentina que recibió 1,8 millones de pesos argentinos (más de US$ 200 mil) en bancos de Río Gallegos, capital de Santa Cruz, provenientes de Uruguay, reveló el diario La Nación.
Según su relato, el dinero lo transportó Carlos Adrián Calvo, a quien la Justicia aún no ha logrado encontrar. El dinero no fue declarado. Calvo lo trasladó en valijas y lo transportó algunas veces en avión y otras en barco, más precisamente en Buquebus, dijo Báez. El empresario agregó que ese dinero provino de la sociedad uruguaya Reloway.

El Observador accedió a los registros de esta sociedad y concurrió al domicilio de la empresa. Allí vive una familia que nunca escuchó hablar de Reloway, ni tampoco de Báez.

El último eslabón que vincula a Báez con Uruguay lo detectó el Banco Central. La jueza de Crimen Organizado, Adriana de los Santos, informó al juez federal Sebastián Casanello que las autoridades bancarias uruguayas detectaron giros de Helvetic, Elaskar, Fabián Rossi (esposo de la vedette Iliana Calabró, señalado por Elaskar como parte de la trama de lavado) y Teegan (sociedad anónima controlada por uno de los hijos de Báez, Martín).

Los investigadores uruguayos intentan anudar estos rastros para verificar si Báez lavó o no dinero en Maldonado. Para ello, necesitan de la cooperación judicial de Argentina. En mayo, la jueza De los Santos envió un exhorto solicitando información sobre Báez. El exhorto llegó el 10 de marzo al despacho de Casanello. Estuvo diez meses demorado en la cancillería argentina.



Argentina negó demoras
Cancillería argentina negó estar demorando exhortos pedidos por la Justicia uruguaya, relacionados a la causa conocida como “la ruta del dinero K”. Por medio de un comunicado difundido ayer, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto aseguró que “no solamente ha gestionado los exhortos con la debida diligencia, sino que ha sido el organismo que con mayor celeridad ha cumplimentado las actuaciones”. Se refirió a tres exhortos y aclaró que uno fue rechazado por motivos formales; en otro relativo al campo “El Entrevero” dijo que mientras las autoridades uruguayos demoraron ocho meses en tramitar la respuesta, la cancillería demoró solo dos días; el último (por el que se pedía información de organismos gubernamentales y entidades financieras sobre personas físicas y jurídicas), “la cancillería argentina solo demoró tres días”.


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