Jeb Bush -hijo del ex-presidente
George H. W. Bush y hermano del también expresidente
George W. Bush- oficializó finalmente su candidatura a las primarias republicanas para las presidenciales estadounidenses de 2016, haciendo alarde de su experiencia como gobernador de Florida para contrarrestar su imagen de heredero de la dinastía Bush.
"No tomaré nada ni a nadie por sentado. Haré campaña con el corazón. Seré candidato para ganar", dijo Bush en un discurso en Miami, ciudad donde vive.
Bush, de 62 años, entra así a la batalla por la nominación republicana, en un campo ya bastante poblado con una decena de postulantes.
Aunque recién ayer confirmó de manera oficial su candidatura, desde hacía seis meses adelantaba una agresiva campaña de recaudación de fondos y de visitas a estados clave de las primarias y todos daban por sentado que se lanzaría.
"Trabajen con nosotros por los valores que compartimos y para un gran futuro que es nuestro para construir para nosotros y nuestros hijos", dijo en español, idioma que domina bien por estar casado con una mexicana y que le supone un plus en su conquista de los hispanos.
De hecho, Bush llegó a ser considerado "cubano honorario" en Florida por su cercanía a la comunidad cubano-estadounidense cuando dirigió el estado. Coquetea con los hispanos, que han favorecido a los demócratas en las últimas elecciones. Cuando dio a conocer la fecha del anuncio ayer, lo hizo con tuits en inglés y en español.