El sirio Jihad Diyab, exprisionero de Guantánamo y actual refugiado en Uruguay, aceptó hace algunas horas volver a consumir líquidos durante una semana, aunque mantiene la huelga de hambre que comenzó hace 34 días, según informó a El Observador Andrés Conteris, uno de los integrantes del grupo de apoyo al sirio que convive con él.
Según Conteris, la decisión de Diyab fue a instancias de este grupo, ya que el refugiado había manifestado su intención de dejarse morir. "Para él esto era el fin", dijo Conteris.
"Esto le salva la vida, pero su huelga sigue, y estamos preocupados por él", manifestó el integrante del grupo de apoyo. Ayer Diyab tuvo una reunión con Christian Mirza, quien es el nexo entre el gobierno y los refugiados, pero no quedó conforme.
El canciller Rodolfo Nin Novoa se contactó con el gobierno estadounidense en su actual visita a Nueva York con la intención de localizar un país árabe que acepte recibir a Diyab para que este pueda reunirse con su familia, aunque hasta ahora no hay novedades al respecto.