Jueces penales obligados a parar

Cualquier intento por ingresar a los juzgados penales de la calle Juan Carlos Gómez el lunes, seguro fue en vano. Desde la hora 10 la Asociación de Funcionarios Judiciales (AFJU) ocupó la sede como parte de las medidas en reclamo de un aumento salarial de 21,6% establecido en la ley de Presupuesto de 2010. Trabajadores del Poder Judicial de Montevideo, Salto, Rocha, Rivera, Cerro Largo, San José y más departamentos custodiaron la puerta del juzgado mientras otros de sus compañeros estaban adentro de la sede, en la planta baja, junto a una escribana que controlaba que todo estuvierea en su lugar. De hecho, los funcionarios colocaron cintas para bloquear el acceso a los pisos donde se ubican los distintos juzgados penales. En ese edificio funcionan 16 de las 20 sedes penales.

Quienes cuidaban la puerta sobre la calle Juan Carlos Gómez cumplieron bien con su trabajo. "No hay audiencias y no puede pasar. El edificio está siendo ocupado", le dijo uno de ellos a un abogado que había llegado antes que su cliente, quien había sido citado a declarar unas dos semanas atrás. "¿Hasta cuándo creen que seguirán?", preguntó el abogado cuando la persona a la que representaba llegó. "Hasta que nos saquen", respondió uno de los funcionarios.

Ese abogado no fue el único que no pudo entrar al juzgado. En poco más de una hora, integrantes de la Policía Científica, Prefectura y Bomberos también quisieron entrar a la sede para dejar expedientes o documentación solicitada por la Justicia, sin éxito.

"Tengo que venir a buscar el resultado de una autopsia. Es para un hombre que lo necesita y los plazos se vencen", dijo una mujer. Pero los funcionarios no la dejaron pasar porque ningún juzgado de esa sede estaba en actividad. "Yo estoy muy a favor de la medida que tomaron, porque necesitan cobrar ese dinero pero ¿cuándo calculan que podré pasar? ¿Pruebo mañana?", les preguntó. Al igual que en los demás casos, los trabajadores le respondieron que no sabían pero de todos modos, la mujer decidió volver este martes a probar suerte.

La ocupación generó que los jueces no fueran a trabajar porque no se les permitía la entrada. Según relataron algunos de los trabajadores a El Observador, solamente una jueza y un fiscal quisieron entrar pero se les impidió.

A la barrera humana que formaron en la puerta se le sumaron pancartas, música y cientos de folletos esparcidos por la calle en el que informaban el reclamo que llevan adelante desde el 2011.

Pese a que no estaban citados, muchas personas que pasaban y veían la manifestación aprovechaban a preguntar qué sucedía. Eso era, precisamente, parte de lo que los judiciales buscaban con la medida, a la que se le sumó un paro parcial desde la hora 14.30 a las 16.30. Para los trabajadores, la base de la medida era visibilizar el conflicto, que el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Chediak, llegó a definir como "para el Récord Guinness".

Las ocupaciones sorpresivas continuarán en sedes emblemáticas, como la de la Suprema Corte de Justicia o tribunales de apelaciones, informó El País en su edición del sábado. También analizan realizar ocupaciones en juzgados del interior.