Amparándose en una ley de 2007 que prevé la protección y conservación del patrimonio histórico entre Uruguay y Perú, la embajada de ese país en Montevideo reclamó la devolución de una obra de arte del siglo XVII que un rematador uruguayo compró en diciembre de 2015 en Madrid y preveía subastar el próximo 18 de mayo a un valor estimado de entre US$ 3.500 y US$ 4.500.
Al tomar conocimiento de que la obra sería subastada, la Embajada de Perú en Montevideo hizo un planteo ante el Ministerio de Relaciones Exteriores que derivó el asunto a la Dirección Nacional de Crimen Organizado e Interpol del Ministerio del Interior que, tras ubicar la pintura, informó del asunto a la jueza penal María Noel Odriozola, que ayer tomó declaración al embajador peruano, Augusto Arzubiaga, y también al rematador Juan Enrique Gomensoro.
En la audiencia, la magistrada dio al rematador una orden verbal de suspender la subasta hasta tanto se decida en forma definitiva sobre el destino de la pintura.
Sin embargo, luego de analizar el caso, el fiscal Gilberto Rodríguez entendió que al no existir delito se trata de una disputa que debe resolverse a nivel de una sede civil y no en un juzgado penal. Odriozola resolverá hoy sobre el pedido del representante del Ministerio Público, pero considerando su postura en cuanto a que no hay delito lo más factible es que notifique a la sede diplomática que deberá continuar con su reclamo en la órbita civil.
El acuerdo bilateral establece que ambos países "prohibirán e impedirán el ingreso en sus respectivos territorios de bienes culturales, arqueológicos, artísticos e históricos provenientes de la otra parte, que no hayan seguido los procedimientos legales para su salida del país, o hayan excedido el plazo otorgado, o no se encuentren inscriptos como bienes culturales en el Registro Nacional correspondiente, por los organismos estatales competentes, de acuerdo a la normatividad de cada país".
El convenio prevé que "a solicitud expresa de una de las partes, la otra empleará los medios legales a su alcance para recuperar y devolver, desde su territorio, los bienes culturales, arqueológicos, artísticos e históricos que hubieran sido robados, exportados o transferidos ilícitamente del territorio de la parte requirente debidamente verif05cados como pertenecientes a su patrimonio cultural, de conformidad con su legislación y los convenios internacionales vigentes".
Consultado por El Observador, el rematador Gomensoro dijo que compró "legalmente" la obra Virgen con el Niño y Santos en un remate público en Madrid y que tiene todo "el papeleo" que lo certifica, por lo que consideró el reclamo de la embajada de Perú como "algo muy tirado de los pelos".
"Nadie puede saber si la obra fue pintada por un español, si luego se vendió a España y fue parte de una sucesión patrimonial. Antes del remate en que yo la compré la pieza formaba parte de una colección privada", dijo Gomensoro.
El Observador intentó, sin éxito, consultar ayer al embajador Arzubiaga sobre este temaInicio de sesión
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