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Julieta Rada y el candombe pop

Hoy a la hora 21 en la Sala Zitarrosa Julieta Rada despide el año presentando en vivo su disco Afrozen, que conjuga el pop, el funky y el candombe. La artista se presenta con su banda e invitados como Martín Buscaglia
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28 de noviembre de 2013 a las 18:36

A pesar de que solo tiene 23 años, Julieta Rada no concibe otro futuro que no sea cantando en un escenario junto a sus amigos. Baila, canta, compone, toca el piano, nada de lo musical le es ajeno. Con Afrozen, su disco debut, demostró que no era simplemente un apellido famoso, sino que detrás había una mujer dispuesta a demostrar que era posible hacer una música propia sin olvidar las tradiciones que le vienen de familia. El Observador conversó con la artista para saber cómo será el show de esta noche y qué proyectos tiene a la vuelta de la esquina.

¿Cómo se siente al despedirse de su disco debut, Afrozen?
Yo no me lo tomo como una despedida, a pesar de que así se promociona el show, porque las canciones yo las voy a seguir cantando toda mi vida. Creo que más bien es una despedida de la gira internacional que hice. Es como el final de un concepto, o sea: seguro vendrán más músicas, y bueno, yo probablemente no cantaré más el disco completo en vivo. También es una linda manera de cerrar el año.

¿Le tiene mucho cariño a ese primer trabajo?
Le tengo muchísimo cariño al disco. Me encantó hacerlo, y lo escucho ahora y me sigue gustando un montón. Además, es un trabajo donde tocaron varios amigos y hasta mis hermanos.

¿Cómo imagina el show de hoy en la Sala Zitarrosa?
No me lo imagino, lo tengo bastante visualizado, además de muy ensayado. Lo importante va a ser tocar y que a la gente le guste. Por otra parte nunca estuve en la Sala Zitarrosa, al menos no como Julieta Rada, así que será una experiencia nueva. A mi tocar en vivo es lo que más me gusta, me siento cómoda, porque soy muy exigente ensayando, grabando, etcétera, y tocar en vivo es una manera de no ser tan rigurosa. Ahí, en el escenario, si te equivocás tenés que seguir como si nada, y eso no ocurre en los ensayos.

¿Es muy exigente consigo misma?
Sí, soy muy perfeccionista y canto todas las canciones muchas veces, después escucho, y si no me gusta, lo vuelvo a hacer una y otra vez. Yo en el vivo me divierto mucho más. Porque además sé que si no te divertís la pasás mal. Si estás nervioso estás deseando que termine el show, y eso no es bueno.

¿Qué puede contar del nuevo disco?
No tengo ni el nombre ni las canciones. En realidad las canciones sí están, pero son muchas y aún no decidí cuáles van a ir y cuáles no. En Afrozen fue distinto, íbamos haciendo las canciones y las íbamos grabando, no hubo una selección. Para el nuevo disco la idea es elegir las canciones más lindas, que supongo que serán 12, que es lo que se estila hoy.

¿Mantendrá ese toque pop y funky de Afrozen en este nuevo trabajo?
Trato de pensar más en las canciones y después le doy la vuelta a cómo quiero que suene. Pero primero hay que tener las canciones. Algunas nuevas, las que voy a cantar hoy, siguen la línea musical de Afrozen. Pero no suelo pensar en eso, en si voy a sacar un disco de tango (risas) o de otro estilo. Creo que va a ser similar al primero, pero siempre hay cosas nuevas. De todas formas recién arranco.

¿Usted compone? ¿Cómo lo hace?
Sí, compongo con Nico Ibarburu. Así fue en Afrozen, menos tres temas que son de otras: uno de mi padre, uno de Hugo Fatorusso, y una que es de Nico y de Buscaglia. Por lo general Nico toca la guitarra y yo canto. Aunque a veces yo toco el piano, y otras uso un loop que me graba voces. Porque el piano lo toco, pero no tan bien como me gustaría. Soy más de cantar.
De cara al futuro, ¿sólo piensa dedicarse a la música?
Sí, estoy muy metida con la música, aunque me gusta mucho bailar, pero en este momento no lo estoy haciendo. Mi sueño de chica era ser bailarina. También me gustan las artes, pero todavía no me decido. También creo que si abarcás demasiado al final no te da la cabeza.

¿Qué peso tiene el candombe en su música?
El candombe tiene un papel importante, porque es lo que nos da las raíces. Y si bien el disco yo lo defino como pop, hay candombe, y cuando no está, igual está implícito, se siente. Lo que pasa también es que estamos acá en Uruguay y es imposible obviarlo. Nico Ibarburu toca con todo el mundo, con Hugo, con Jaime, con mi padre, escuchó a Mateo toda su vida. Y bueno, yo soy la hija de Rada. Así que es medio inevitable, está adentro nuestro. Ojo, tampoco es que yo me quiera hacer la recandombera. Sale así, porque sale así. Mi padre siempre hizo la música que quiso a pesar de que lo identifiquen con el candombe. Y a mi me pasa algo similar, Afrozen es muy variado.

Insiste siempre con el tema del pop, ¿cómo lo definiría?
Cuando uno dice pop la gente piensa en una música comercial, y yo no lo veo así: para mi The Beatles es pop, y también Stevie Wonder o Michael Jackson. Mi concepto de pop es mucho más grande. Si bien escuché a Britney Spears cuando era joven, y era fanática, no lo puedo negar, no es a ese pop al que me refiero.

¿Cómo fue meterse en el mundo musical uruguayo?
Me costó y fue fácil. Fue sencillo en algunos aspectos por mi padre, porque bueno, la gente se interesa; pero al mismo tiempo fue difícil porque también están los que piensan que una está ahí solo por el apellido y que yo no valgo nada. A esa gente trato de acercarla para que vean que a mi me gusta de verdad la música, que no lo hago para ser famosa o algo por el estilo. Así que yo tengo que trabajar el doble para mostrar que lo mío es de verdad.

¿Cómo fue la experiencia de salir de gira internacional?
No fue complicado porque los argentinos y los españoles tienen sus semejanzas con Uruguay. La última vez que estuve en el Chaco argentino vi que la gente es muy tranquila, como acá. En Buenos Aires todo es algo más heavy. En España hay mucho inmigrante, así que también me sentí cómoda tocando allí. Nunca fui a Japón o a China, quizás ahí me sería más difícil.

¿Qué sintió al ganar el premio Grafitti 2012 por Afrozen?
La verdad que estuvo bueno. No me lo esperaba. Yo tenía tres nominaciones y gané con la última después de perder las dos primeras. Si bien los premios no son lo más importante, lo bueno que tienen es que son una motivación para seguir adelante. El Grafitti no es que me haya abierto mil puertas, pero suma, la gente dice: ah, mirá, ganó Julieta.

¿Dónde se ve dentro de 10 años?
Me veo haciendo música. Y bailando, que para mí es algo que complementa al cantante. Yo siempre admiré mucho a Michael Jackson y a Beyoncé, artistas completos. Eso es lo que quiero hacer en el futuro y ahora.l

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