La Justicia aclaró este viernes el homicidio de María del Huerto Tiribochi, una mujer que fue asesinada por su exesposo en febrero de 2009.
El cuerpo de la víctima apareció a los 10 días en una cámara séptica de la casa de un vecino, en la zona del kilómetro 16 de Camino Maldonado. El cuerpo estaba desnudo, sin signos de violencia, por lo que se supone que la mujer pudo ser arrojada con vida a la cámara. El exmarido estuvo preso por violencia doméstica y dos meses después de liberado cometió el crimen, según contó a El Observador la fiscal del caso, Mónica Ferrero.
El hombre fue indagado en primera instancia, pero negó tener participación en el homicidio y quedó libre por falta de pruebas. Este viernes fue procesado con prisión por la jueza María Maynard, por el delito de homicidio especialmente agravado en calidad de autor.
La prueba que resultó determinante para esclarecer el caso fue un mensaje que supuestamente había enviado la mujer a su expareja, diciendo que se iba a Brasil y que le dejaba su hija a cargo. La hija, que en 2009 tenía 13 años, declaró que el padre le dio el celular de su madre el día que la mujer desapareció. Este testimonio fue clave, según la fiscal, para tirar abajo la coartada del asesino, que plantó la prueba escribiéndose a sí mismo.
Las investigaciones de la Unidad de Análisis de Hechos Complejos de Montevideo determinaron que el celular de la fallecida nunca abandonó el radar de la zona donde vivía.
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