La cigüeña que trae los kilos de más

Es un hecho: los hombres que se convierten en padres aumenten de peso y su índice de grasa corporal se dispara. Así lo afirmó un estudio de largo alcance que se encargó de monitorear a más de 10 mil hombres en un período de 20 años. En contraste, dentro del mismo estudio, los hombres analizados durante un período de tiempo similar pero que no se enfrentan al desafío de la paternidad, pierden peso.

El estudio fue desarrollado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Feinberg, Estados Unidos, y el estudio fue publicado en la revista científica Men's Health.

"La paternidad puede afectar la salud de un hombre joven más allá de lo que de por sí afecta el matrimonio", explicó Craig Garfield, autor del estudio. "Cuanto más peso gana un padre y cuanto más alto es su índice de masa corporal, mayor es el riesgo de padecer problemas cardíacos, diabetes y hasta cáncer", agregó.

El estudio muestra una diferencia importante entre aquellos padres que viven con sus hijos (padres residentes) y aquellos que no. Esta diferencia se traduce en que un padre residente, con una altura de 1,80 metros, aumenta entre 1,8 y 2,5 kilogramos desde el momento en que nace su hijo hasta que este pasa la adolescencia. En cambio, aquellos que no conviven con sus hijos suben de 1 a 1.5 kilogramos.

Esto puede parecer insignificante, pero está considerado como parte del promedio total de todos los hombres analizados. Algunos aumentan más de peso y otros menos dependiendo de un sinfín de factores entre los que se destacan la genética, la alimentación y el estilo de vida en general.

Lo curioso es que un hombre de la misma altura sin hijos no solo puede mantener su peso, sino también reducirlo entre 700 y 800 gramos.

Las razones de este fenómeno, según los científicos, son varias: "Los padres adquieren nuevas responsabilidades cuando nacen sus hijos y empiezan a colocar en un segundo plano el cuidado en su alimentación y no hacen ejercicio", dijo Garfield quien también afirmó que "la familia se transforma en la prioridad".

Comenzando en 1994, el estudio tomó las medidas de índice de masa corporal de exactamente 10.253 hombres de diferentes edades, desde los 15 años hasta pasando los 30. Si bien este índice cambia naturalmente a lo largo de toda la vida, la manera en que se altera cuando alguno de los casos analizados se transforma en padre es bastante más drástico de aquellos ejemplos que eligen no tener hijos.

Los investigadores también consideran otros factores que pueden generar diferencias en el aumento de peso entre un hombre y otro como la edad, la raza, el nivel educativo, el ingreso, las actividades de la rutina diaria y el estado civil (el cual ya se ha demostrado en otro estudio similar que influye directamente en el aumento o pérdida de peso en los hombres).

Este estudio destapó algunas consideraciones que son importantes para la medicina y que trascienden a los padres para centrarse directamente en los hijos. Ellos pueden verse afectados de manera directa por el aumento de peso de sus progenitores y hasta incluso comprometer su salud y un correcto desarrollo físico.

"Hoy nos damos cuenta y somos conscientes de lo que importante que es mantener el cuerpo sano en una etapa tan importante como son los primeros años de paternidad", concluye el estudio, "no solo por el hombre, sino también por el hijo".